El prestigioso catedrático finlandés que visita nuestra región para tomar contaco personal con los protagonistas del conflicto instalado por los capitales celulósicos pasó por Gualeguaychú y se reunió con Gustavo Rivollier de FUNDAVIDA. Esta es la crónica:

TEIVO TEIVAINEN SE REUNIÓ CON FUNDAVIDA

            Este sábado, recibimos una invitación para reunirnos del Dr. Teivo Teivainen, quien es catedrático de política mundial y director del Departamento de Ciencias Políticas en la Universidad de Helsinki, profesor visitante en la Universidad Estatal de Río de Janeiro. Cofundador del Programa de Democracia y Transformaciones Globales en la Universidad de San Marcos en Perú, Director fundador del Programa Democracia y Transformación Global, Jefe Adjunto de la Misión de Observación Electoral de la Unión Europea en Bolivia y Cofundador del Consejo Internacional del Foro Social Mundial,

Su invitación fue por recomendación de Darío Aranda, prestigioso periodista especializado en temas ambientales quien habitualmente escribe en diversos medios nacionales, a quien agradecemos.

Fue un muy interesante intercambio, que nos permitió explicar nuestra postura con relación al leonino papel que cumple la empresa UPM-Botnia en la región, qué aprovechando la necesidad de inversión y trabajo de nuestros países, obtiene impiadosas ventajas en sus negociaciones, imponiendo sus propias reglas económicas y ambientales, obligando a nuestros países a adecuar normas a sus necesidades. Con el agravante del sacrificio de soberanía, que han exigido a Uruguay para instalar sus enclaves productivos en zonas francas cedidas por ese país.

Tampoco faltó a la cita el tema de las rentabilidades. La vergonzosa extorsión para eliminar, salvo un canon anual insignificante, todo pago de carácter impositivo.

Pero lo central y coincidente, es la concentración de la riqueza y su desvío al norte rico. Eso deja marcada la gran diferencia de una empresa finesa en sus tropelías en el mundo en desarrollo, diferenciando el accionar económico de su país de origen, donde la distribución es base esencial de su economía; siendo su mayor ejemplo el hecho de que en Finlandia una quinta parte de sus habitantes, son propietarios de superficie boscosa, la mayor proporción de los recursos forestales son propiedades familiares. Desde hace décadas la propiedad forestal ha pasado de una generación a otra entre las familias. Se cuida y se trata a los bosques en una forma económicamente productiva pero también sustentable, para que los hijos y los nietos tengan el placer y la utilidad de este importante recurso natural.

Todo lo contrario de lo que sucede en nuestro sur, donde vemos surgir cada vez más concentración de tierras, con políticas como la eliminación de restricciones a compra de extranjeros en zonas de fronteras, o la derogación de la Ley de la Madera, que afianzan oligopolios que ya hoy están marcando políticas destructivas a la gente y la naturaleza.

El Dr. Teivanen continua su gira por Uruguay; el día martes 23 de mayo expondrá en la Biblioteca Nacional en Montevideo, sobre el tema “Colonialismo y Papel” en un encuentro organizado por la UdelaR que ha creado gran expectativa en esa ciudad.

El encuentro nos dejó la sensación de que no todo está perdido. En el Uruguay día a día nacen nuevas voces que ven como este modelo foresto celulósico no ha traído lo que prometían empresarios y políticos. También vemos que la gente del norte que cuestiona las políticas y la economía de la globalización, siguen llegando a recorrer y ver en primera persona las consecuencias y las víctimas de un modelo que beneficia a pocos.

Aprovechando la oportunidad, hemos enviado un saludo grabado a los grupos ambientales de Finlandia, recalcando el doble estándar de sus empresas, y qué en la globalización, al sur nos ha caído la peor parte.

El tema sigue en plena vigencia, y el daño avanza, aunque desde nuestros gobiernos nos quieran engañar como asunto superado. Ha llegado la hora que replantemos estrategias y alianzas. Debemos actuar para impedir esta nueva pastera que tendrá consecuencias catastróficas para el Río Negro y el Río Uruguay.