-nota con texto y responsabilidad de Guillermo Luciano-
Fundavida tuvo un no buscado rol en esta historia. Un cuestionamiento a la falta de información sobre el impacto de unas viviendas para los huerteros de Las Piedras, fue tomado por la oposición pòlítica a la gestión municipal, como un intento de denigrar uno de los programas (uno de tantos) con que Esteban Martín Piaggio a revolucionado el tercer municipio entrerriano.
Hablamos del PASSS, el Programa de Alimentación Sana, Segura y Soberana que está siendo ejecutado desde el municipio con el loable objetivo de reemplazar los paradigmas alimentarios de la agricultura industrial, que no solo nos enferma, sino que pretende producir los alimentos desde un sistema económico liderado por multinacionales sin bandera que han intentado destruir la forma ancestral de producir alimentos que tiene decenas de miles de años de historia, a través de la agricultura artesanal, sustentable, respetuosa con los productores y los consumidores; por una forma perversa de incorporar a los alimentos que consumimos, substancias tóxicas y venenos, con métodos industriales que no solo atentan contra la salud y la preservación de los recursos productivos, sino que también desarticulan la estructura social, transformando un sistema virtuoso que alimenta sanamente, y distribuye los ingresos provenientes de la producción entre miles y miles de familias de pequeños productores que sostienen la ilusion de una economía donde la riqueza sea un bien social que se distribuya equitativamente en toda la sociedad local.
UNA OPOSICIÓN VACÍA DE IDEAS Y PROGRAMAS PENSÓ QUE ESTA ERA UNA OPORTUNIDAD PARA DESTRUIR EL PASSS Y DE PASO PEGARLE A LA ACTUAL GESTIÓN MUNICIPAL. PERO SE EQUIVOCÓ
Los programas impulsados bajo el liderazgo de Piaggio han cuestionado a fondo una estructura social conservadora y elitista, ilusionando a las mayorías de Gualeguaychú, en que es posible aspirar vivir en una ciudad donde todos tengan cabida y tomen una porción de la riqueza generada con programas que fomenten la distribución equitativa, el acceso a la posibilidad de una vivienda digna y a una alimentación sana producida localmente. El 65% de los votos obtenidos por la gestión en las últimas elecciones eximen de mayores comentarios acerca del enorme impacto logrado.
LA COSECHA POLÍTICA FUE MAGRA
La reunión política opositora no logró convocar al pueblo de la ciudad, solo los concejales de Juntos por el Cambio, el diputado provincial Nicolás Mattiauda, el exintendente, Emilio Martínez Garbino, integrante de un parque jurásico político de ex dirigentes peronistas (¿?), devenidos en furgón de cola del conservadorismo local, con nulo poder de convocatoria, que incluso los lleva a aceptar el rol de ‘extramuros‘ que les ha asignado el actual referente de ese sector político, que ni los escucha, ni los invita, ni los convoca, porque sabe que es más lo que espantan que lo que convocan con su presencia. Y los esperables referentes de la Sociedad Rural Gualeguaychú y de una Federación Agraria, desvirtuada y desvalorizada que ya nada tiene que ver con los postulados primigenios de una gremial fundada por heroes de la resistencia popular del campo como fueron Netri, Piacenza y más recientemente Humberto Volando; se concretó la reunión en la entrada de Las Piedras
MOSTRARON ‘SU MEJOR GOLPE’ QUE SOLO EVIDENCIÓ QUE EL PUEBLO DE GUALEGUAYCHÚ ESTA MADURO PARA LOS CAMBIOS QUE CONDUCEN A UNA MEJOR SOCIEDAD, CON JUSTICIA Y EQUIDAD. LO QUE SE DICE: LES SALIÓ EL TIRO POR LA CULATA