NO HAY PEOR CIEGO QUE QUIEN NO QUIERE VER

Es increible pero así ocurre: Las cianobacterias son el resultado del exceso de ‘nutrientes’ en el agua, lease vertidos cloacales e industriales que provocan que, al no poder procesar los cursos de agua la materia orgánica que se vierte en ellos, aumente descontroladamente el crecimiento de algas tóxicas.

Las autoridades de Uruguay se niegan (aunque sus ciudadanos se envenenen en el intento) a reconocer que lo que ocurre en Montevideo es producto de los vertidos descontrolados de los ríos charrúas que tributan al De la Plata sumados a la que acarrean el Paraná y el Uruguay, aportando este último los doscientos millones de litros de agua envenenada que arrojan diariamente las pasteras BOTNIA (UPM) en Fray Bentos y Montes del Plata en Colonia.

Mientras tanto la prensa y las autoridades atribuyen este fenómeno a : «Misterios de la Naturaleza»

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Publicado en elpais.com.uy

Los nuevos y viejos misterios de la naturaleza

Playa de Pocitos quedó verde

El retorno de las cianobacterias vuelve a afectar a las principales playas de Montevideo.

La costa de Pocitos más cercana a Trouville quedó pintada de verde. Foto: M. Bonjour

Sube la temperatura de las aguas y aparecen las cianobacterias en algunas las playas. Ese parece ser el comportamiento de estas colonias de algas que tiñen de verde las costas.

Las autoridades sanitarias municipales y nacionales no han logrado desentrañar un método capaz de anticipar el fenómeno o saber con precisión el momento en que se terminará.

Ayer la playa de Pocitos presentaba dos situaciones distintas. Sobre Trouville había una mancha verde importante que cubría varios metros a lo largo de la costa. Allí había pocos bañistas, una mujer y una niña aseguraron a El País que ya se habían metido al agua.

«Eso verde en el agua es como un musgo que no hace nada, nos llega hasta los tobillos, un poco más adentro está limpio», dijo la mujer.

La caseta de guardavidas ubicada frente a la avenida Brasil mantenía su bandera verde porque no había cianobacterias a la vista. Sin embargo, en los dos puestos siguientes, que cubren la zona que va desde la calle Pagola hasta las rocas de Kibón, los bañistas habían colocado la bandera con una cruz verde sobre fondo rojo.

Durante los 10 minutos que El País estuvo en los dos puestos varios bañistas se acercaron a los guardavidas para preguntar sobre el significado de esa bandera. Los bañeros consultados dijeron que el público obedece las advertencias.

 Uno de los guardavidas dijo que la gente acata «en algunos casos y dependiendo de la edad de las personas, si hay niños pequeños no se meten al agua y se alejan de las algas que quedan en la arena».

El cambio de quincena incrementa el número de consultas, según otro bañista. «Hay un cambio en el público, mucha gente que estaba en el este o en el exterior está retornando a Pocitos, por eso tenemos que hablar un poco más con la gente que no sabe que existe la bandera sanitaria», indicó.

Un padre se acercó preocupado a una de las casetas. «Tengo un niño de tres años. ¿Puede meterse al agua?», preguntó. «No, le recomendamos que no lo meta al agua y que no toque las algas», le respondieron.

En la mañana de ayer se pudo apreciar el avance de las cianobacterias sobre la playa Ramírez, en la tarde el fenómeno ya se había retirado totalmente y no fue necesario izar la bandera sanitaria.

Mientras tanto, los técnicos de la Intendencia se dedican a monitorear dos veces por día la calidad de las aguas. Para ello consultan a los equipos de guardavidas apostados en las playas habilitadas para baños.

«Sabemos que esto es por el calentamiento de las aguas, es una situación fluctuante, igual que pasó en los primeros días de enero. Le estamos pidiendo a la población que esté atenta a las banderas de los guardavidas», indicó ayer a El País el director de Información y Comunicación de la Intendencia, Santiago Brum.

El funcionario subrayó que dada la «fluctuación» del fenómeno no ha sido necesario recomendar a los usuarios la suspensión de los baños o la clausura de playas.

En la jornada de ayer no aparecieron peces muertos en la costa como ocurrió el día martes. Los técnicos de la Dirección de Nacional de Recursos Acuáticos (Dinara) continúan evaluando la mortandad de sábalos de agua dulce cuyos cuerpos aparecieron en gran cantidad en varias playas de la costa montevideana.

El director de Dinara, Daniel Gilardoni, indicó que se presume que la muerte de los peces podría tener que ver con un cambio en la salinidad de las aguas. En declaraciones a radio El Espectador, el funcionario especializado no pudo asegurar que la muerte de peces no se encuentre vinculada a la aparición de cianobacterias. Mientras tanto, la dependencia continúa investigando.

Maldonado.

Las playas del departamento de Maldonado aún no fueron impactadas por el fenómeno de las cianobacterias, que si ocurrió en las costas de Montevideo y Canelones.

«Los resultados de laboratorio indican que las playas se encuentran en óptimas condiciones para los bañistas», dijo ayer el coordinador municipal de higiene, Carlos Medina.

La alarma se disparó a primera hora de la mañana cuando los guardavidas apostados en las playas del oeste del departamento detectaron la presencia de algas similares a las existentes en Laguna del Sauce.

Funcionarios de la Intendencia de Maldonado recolectaron agua y algunas de las algas que se encontraban en el agua. Los resultados fueron negativos respecto a las cianobacterias. Por esta razón, los guardavidas no emplazaron la bandera de alerta sanitaria.

En tanto, los camalotes arrastrados por las crecidas de los ríos Paraná y Uruguay no llegaron a las costas del departamento. (Producción en Maldonado: Marcelo Gallardo).

Riesgo acuoso: informe de OPS.

Un informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) titulado «Riesgos a la salud causados por cianobacterias y algas de agua dulce recreacionales», indica que  «son numerosos los casos de intoxicación letal de animales terrestres que consumen agua con crecimientos de masa de cianobacterias».

El primer caso documentado de una intoxicación letal del ganado causado por agua potable de un lago altamente plagado de cianobacterias se publicó en el último siglo.

Los casos de defunciones humanas debidas a toxinas cianobacterianas se han limitado a la exposición a través de diálisis renal. Sin embargo, las deficiencias de salud se conocen a partir de numerosos informes de irritaciones de la piel y/o mucosas, y también de casos de enfermedades después de la exposición a través de agua potable así como la ingestión o aspiración accidental de material.

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