URUGUAY, CHILE Y COLOMBIA BASTIONES DEL NEOLIBERALISMO EN SUDAMÉRICA

El proteccionismo argentino
nos impacta “negativamente”

-ÚLTIMAS NOTICIAS- Por M. Viggiano y A. Fumón

El Mercosur atraviesa su “peor momento” en “términos relativos» y por ello los socios de menor porte, como Uruguay y Paraguay, deben exigir a los socios grandes del bloque permisos para asociarse comercialmente con terceros y así compensar los efectos del proteccionismo en la región. En una extensa entrevista con Ultimas Noticias, el vicepresidente Danilo Astori aseguró que el «enfoque proteccionista» de la economía argentina impacta de forma «negativa» en Uruguay. Entiende que habrá dificultades para negociar tratados de intercambio de información tributaria porque, entre otras cosas, el gobierno de Cristina Fernández no quiere evitar la doble imposición.

-Usted ha dicho que en la negociación con Argentina para firmar tratados que eviten la doble imposición y el intercambio de información tributaria se pueden generar “dificultades”; ¿a qué se refiere?

-En primer lugar porque las relaciones en la región últimamente, y no solo por esto, no han sido fáciles. Y no lo han sido porque los países han practicado enfoques diferentes. El enfoque de la política económica argentina no es igual al de Uruguay, es bastante distinto. Incluso en Brasil podemos encontrar decisiones de política económica que aunque menos que en el caso argentino también muestran diferencias importantes. Para sintetizarlo: Uruguay tiene un enfoque mucho más aperturista de su economía. Argentina tiene un enfoque mucho más proteccionista. Por lo tanto ahí tenemos manejos distintos de las herramientas. Cuando te querés proteger, usás diversos instrumentos en una dirección con una intensidad distinta. Ahí tenemos una primera definición de dificultades: la propia concepción, la visión de la política económica.

Uruguay no puede ignorar las nuevas exigencias que se plantean. Vamos a tener dificultades por lo dicho, pero además porque probablemente Argentina no esté dispuesta a firmar un tratado para evitar la doble imposición, y ahí tenemos que trabajar y ponernos a buscar acuerdos, porque nosotros estamos dispuestos a hacer un tratado para intercambiar información tributaria, pero vamos a pedir eso.

-Ese enfoque “proteccionista” de la economía argentina, ¿cómo impacta en la economía uruguaya?

-Por supuesto que impacta, y no positivamente. Uruguay ha logrado atenuar ese impacto diversificando mucho su comercio. Hemos podido sobrellevarlo, pero impacta negativamente. Esa es la respuesta concreta.

-Y en ese contexto de enfoques distintos, ¿cómo ve al Mercosur?

-Con dificultades serias, porque tendría que hablar de cosas muy elementales como el acceso de los mercados. Hay una contradicción flagrante entre tener una zona de libre comercio y medidas que dificultan el acceso de los bienes y servicios al mercado ampliado. La carencia de coordinación en políticas económicas nos lleva a que haya países como Argentina que elijan permanentemente instrumentos que dificultan los accesos. A eso deberían agregarse las últimas medidas cambiarias, que tampoco ayudan, sobre todo para una gran actividad nuestra que es el turismo. Y así podríamos seguir. Hay restricciones no arancelarias de todo tipo, y hay asimetrías de políticas, entonces pienso concretamente que el Mercosur está en una etapa extraordinariamente difícil. Nunca me gusta hacer afirmaciones tajantes, pero en términos relativos quizá esté en su peor momento.

-¿Eso lo ha planteado Uruguay?

-Sí, le propone al Mercosur un regionalismo abierto y reafirmar la vigencia del bloque, porque para nosotros el Mercosur es absolutamente imprescindible por peor que funcione, y darnos tiempo para tener protección moderada con respecto a terceros fuera de la región, de modo que no aparezcamos como muy cerrados al comercio con otras zonas del mundo.

Y finalmente flexibilidad para permitirnos a los más chicos, Paraguay y Uruguay, acuerdos fuera de la región mientras ellos, los grandes –Argentina y Brasil-, solucionen el problema de los tiempos para desmontar todas estas dificultades y obstáculos que han puesto en vigencia. Ellos nos darían a nosotros la flexibilidad para hacer acuerdos afuera, y nosotros les damos a ellos el tiempo que necesiten para desmontar todas estas políticas que se pusieron en práctica, de las cuales no tengo por qué dudar, pero lo que sí digo es que perjudican a mi país.

Es muy probable que Argentina tenga razones fundadas. Entonces les doy tiempo para que hagan lo que hay que hacer, pero ustedes denme flexibilidad para que yo pueda moverme afuera de la región. Lo proponemos porque estamos seguros de que si se le diera a Uruguay y a Paraguay esta posibilidad, el impacto sobre Argentina y Brasil nunca sería insuperable. Somos chicos, chicos.

-Usted dice que el Mercosur está en el “peor” momento, y Mujica insinuó tiempo atrás la posibilidad de discutir la participación de Uruguay en el bloque; ¿en qué se traduce eso?

-Yo creo que hay que seguir. El presidente en aquella oportunidad dijo: “Si da lo mismo estar adentro que estar afuera…”, puntos suspensivos. Pero yo sé lo que piensa el presidente, y cree también que cueste lo que cueste hay que seguir.

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