«LA» BATALLA POR LA ALIMENTACIÓN SANA: EEUU QUIERE OBLIGAR A MEJICO A ACEPTAR SUS MAÍCES TRANSGÉNICOS

Es la base de la alimentación de los mejicanos: el maíz. El país cuenta con la mayor diversidad de variedades, 64, de las cuales 59 pueden ser consideradas nativas. Y esta diversidad ha permitido desarrollar, por un lado un enorme espacio para el desarrollo económico de cultivos por parte de sus pequeños productores, quienes preservan celosamente ese patrimonio por cuestiones culturales pero también porque son la base de la diversidad gastronómica del país azteca.

Por esta razón y por el enorme mercado local para el producto las multinacionales de la agricultura química están enfocados en una guerra sin cuartel contra las autoridades locales para que se les permita ingresas al mercado con sus variedades transgénicas, hoy prohibidas, lo que se considera que sería un ataque directo a la economía, a la salud de los consumidores y a la soberanía alimentaria.

El 13 de febrero de 2023, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, emitió un decreto final que prohíbe el uso del maíz genéticamente modificado para consumo humano. Esta decisión despertó tensiones con Estados Unidos, pues dejará de participar en un mercado que está contemplado en el T-MEC.

Según el decreto, se informó que por medio de la Constitución Política del país, se «reconoce el derecho humano a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad, a la protección de la salud y a un medio ambiente sano para el desarrollo y bienestar de las personas, y establece la responsabilidad del Estado de promover, respetar, proteger y garantizar estos derechos».

Igualmente, el documento insta a que todas las entidades que hacen parte de la Administración Pública Federal, deban abstenerse del «uso, adquisición, distribución, promoción e importación» del producto químico conocido como glifosato, y recomendando que la sustitución se haga con productos amables para el medio ambiente.

El Gobierno de Estados Unidos insiste en que tiene derecho a exportar maíz transgénico a México como parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), pese a que el país latinoamericano argumenta que ese producto puede poner en riesgo la salud humana.

Recientemente, Washington respondió a México ante las limitación de las importaciones de maíz genéticamente modificado por parte de la Administración de López Obrador, y consideró que las razones esgrimidas por su socio comercial no tienen sustento científico.

De acuerdo con un reporte de El País, altos funcionarios del Gobierno de Biden consideran que la prohibición de México sobre las importaciones de maíz transgénico para su uso en masa y tortillas para consumo humano no tiene base científica y viola los compromisos del TMEC.

México ha citado una gran cantidad de artículos científicos en un intento de encontrar alguna base para justificar su prohibición a la importación de ese producto estadounidense. Sin embargo, Washington afirma que los artículos son, en gran medida, irrelevantes para evaluar las medidas en la controversia y no demuestran los supuestos riesgos para la vida o la salud humana, animal o vegetal, como sostiene México.

No obstante, el grano podrá ser utilizado para la alimentación de animales y el procesamiento industrial de alimentos para consumo humano, como refrescos, frituras y cereales, entre otros.

Desde agosto pasado, Canadá se sumó a las acusaciones de Estados Unidos contra de México, que aseguran que el país latinoamericano violó el T-MEC al prohibir el maíz transgénico para consumo humano, por lo que Ottawa apoyará la disputa iniciada por Washington contra su socio.

«Canadá cree que las medidas adoptadas por México no están apoyadas por la ciencia y potencialmente pueden alterar de forma innecesaria el comercio en el mercado norteamericano«, aseguró el país norteamericano en un comunicado para justificar su decisión.

FUENTE: SPUTNIK

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