¿QUIEN SE ACUERDA DE LA NARANJA MECÁNICA?

¿QUIEN SE ACUERDA DE LA NARANJA MECÁNICA?

Fundavida

 Hace ya más de 40 años, cuando las dictaduras militares se sucedían a repetición, sumergiendo nuestro país en el horror, entre los tantos derechos que se arrogaban los déspotas estaba el decidir que música podíamos escuchar y que películas podíamos ver.

En esos años un film del genial director Stanley Kubrick, La Naranja Mecánica, integró la lista de los prohibidos junto a otras recordadas obras maestras del séptimo arte.

La fantasía que proponía Kubrick finalmente fue confirmada por el tiempo y hoy vemos que la mente humana se manipula de mil maneras y con variadas estrategias para lograr disciplinar la conducta de los hombres en función de los objetivos de los que subordinan la humanidad a sus mezquinos designios.

Pero una noticia de estos días es la más atroz confirmación de que la humanidad a perdido el rumbo a manos de esta civilización organizada alrededor del paradigma de la ganancia como motor de las acciones humanas.

Después de la primera Guerra Mundial, las compañías químicas Bayer, Hoechst, Basf y otras mas, que habían diseñado los gases venenosos para aniquilar masivamente a los enemigos; para no perder la inversión en esas tecnologías de la muerte las reciclaron en las prácticas agrícolas para matar los insectos que interactuaban con los cultivos.

A partir de allí se difundió la agricultura industrial basada en la utilización masiva de tóxicos y venenos en las tierras de sembradío y los acuíferos en general.

Un siglo después están explotando en nuestras manos las consecuencias de estas tecnologías catastróficas, en forma de enfermedades atroces, destrucción y envenenamiento masivo de suelo y agua.

Entre las tantas plagas como cínicamente las llaman estas empresas, la mas alarmante de las pérdidas por este envenenamiento masivo de la naturaleza están las abejas, que son el mas importante de los insectos que habitan el planeta, sin cuya presencia la vida terrena esta condenada a desaparecer, porque son las actoras imprescindibles de la reproducción de la flora que garantiza las cadenas alimentarias.

Ochenta millones de años de evolución natural permitieron el diseño extraordinario e insustituible de este pequeño ser que laboriosamente ha garantizado la reproducción de la vida.

El desastre en curso y lo que se viene en el futuro inmediato a desatado una imprevista reacción geopolítica: el Gobierno de Rusia que preside Putin ha asegurado que siente una “extrema indignación” por el la política de Obama, que protege los intereses de las grandes multinacionales de semillas transgénicas, como Syngenta y Monsanto. Mientras, se está produciendo lo que en Rusia han llamado el “Apocalipsis de las abejas”.

El vicepresidente de EEUU, John Kerry por estos días viajó a Moscú, como lobbysta de Monsanto para acallar a los rusos, pero se encontró con un informe del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Federación de Rusia (MNRE), que confirma que existe una “evidencia indiscutible” acerca de que son una clase de insecticidas llamados neonicotinoides los que están destruyendo la población de abejas en todo el planeta.

Frente a esto, Monsanto presenta una “solución” para sus cultivos transgénicos: los polinizará con “abejas mecánicas”

Luego del Agente Naranja, la Bomba Atómica, el DDT, los transformadores PCB, el glifosato, las semillas modificadas genéticamente, los fertilizantes, los pesticidas y las patentes sobre la vida, Monsanto nos sorprende con esta locura terminal, aunque la empresa ya sabía que estaba exterminando a las abejas dado que en 2009 invirtió en un laboratorio de Microrobótica en Harvard, donde comenzó a desarrollar Vehículos de Micro Aire (Micro Air Vehicles).

El inventario mundial de plantas que se perderán sin la intervención de las abejas suma unas 250.000 especies, o sea toda la vida terrestre, (menos la soja de Monsanto).

Y esto no es una fábula que ocurre en algún lejano país donde es de noche cuando aquí es de día.   Esto ocurre en Argentina: en nuestro país luego de ser expulsada de Europa, Monsanto está montando en Córdoba una de las plantas de producción de organismos transgénicos mas grande del planeta.

Y también en nuestra provincia, que supera las dos millones de hectáreas plantadas con estos cultivos monstruosos, gracias a la connivencia cómplice de legisladores y autoridades de control que no solo no nos protegen del desastre sino que propician su difusión sobre nuestras tierras fértiles.

La pesadilla de las dictaduras  las terminamos entre todos ¿No podremos ahora unirnos para poner fin a esta amenaza terminal?

En esto literalmente se nos va la vida, reaccionemos antes de que sea demasiado tarde.

www.fundavida.org.ar

 

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un comentario

  1. nos estamos suicidando como especie y arrastrando con nosotros a miles de otras especies .De hecho nosotros mismos ya somos mutantes hacia algo que ni siquiera podemos imaginar que es , ya que nuestro cuerpo se forma con lo que comemos y comemos semilla modificada .Los productores ya no encuentran semilla de verdad y creo que incluso las multinacionales lograron leyes que prohiben guardar semilla ,se debe comprar cada consecha a Monsanto o alguno de estos monstruos

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