“Yo me pregunto qué pasará por la mente de una persona que deja 300 familias en la calle, es un drama social, y sin embargo lo hacen con una liviandad como quien se toma un café con leche. Es una locura”, aseguró Jorge Harvez, trabajador del Ministerio y vocal de ATE Capital.

Según el propio ministro Luis Miguel Etchevehere, las “desvinculaciones” alcanzarían, en esta etapa, a aproximadamente 330 trabajadores y trabajadoras y obedecen al ajuste presupuestario aprobado por el Congreso, así como al supuesto “plan de dotaciones óptimas” del Ministerio de Modernización.

Ante esta situación, las y los trabajadores realizaron una vigilia durante el fin de semana y más de 250 realizaron ayer un acto en las puertas del Ministerio en la que exigieron la reincorporación de todos los despedidos y denunciaron el vaciamiento y achicamiento de las políticas públicas de fiscalización y control a la producción, comercialización y la exportación de los productos agropecuarios.

“El Gobierno dice que está ahorrando, cuando en realidad está eliminando las funciones del Estado en áreas claves”

“Detrás del argumento de reducir el ajuste fiscal, se esconde la verdadera intención del Gobierno: eliminar los controles a los grandes productores y exportadores agropecuarios, es decir, a ellos mismos”, señaló Hárvez en referencia a Etchevehere, ex titular de la Sociedad Rural, una de las principales patronales agropecuarias del país y denunciado por su propia hermana por estafar al fisco.

Además agregó que despiden empleados del SENASA porque en realidad están suprimiendo los controles fitosanitarios; despiden en el área de la Subsecretaría de Pesca para eliminar los controles a la actividad pesquera que es multimillonaria; despiden en el área de Agricultura Familiar para evitar el apoyo que el Estado normalmente les daba a los pequeños productores y agricultores familiares que sufren las consecuencias de los desalojos por parte de los grandes terratenientes.

En esta línea la secretaria de Comunicación de ATE Capital indicó que esperan que se retrotraigan en todos los despidos. “Hay algunos que son muy burdos, muy crueles, compañeras que tienen licencia por maternidad, un compañero que acaba de ser papa y le sacaron el trabajo, otra compañera que está en recuperación por enfermedad”, añadió.

Para las y los trabajadores, no hay sorpresas. Los despidos son consecuencia de la misma política económica que lleva adelante el Gobierno desde que asumió. Premios, beneficios y baja de retenciones a los peces gordos del ya concentrado sector agropecuario y minero y políticas de ajuste y austeridad para los sectores populares. La optimización de recursos no es más que una excusa para dar el visto bueno a las empresas y disciplinar a los trabajadores. “El presupuesto del Estado en personal es entre el 8 y el 10%”, aseguró Harvez y concluyó: “El Gobierno dice que está ahorrando, cuando en realidad está eliminando las funciones del Estado en áreas claves”.

Por Darío Martelotti y Giuliana Fernández