Descubren que los hongos tienen su propio lenguaje y pueden comunicarse entre sí usando hasta 50 ‘palabras’
FUENTE: ACTUALIDAD RT
Las ‘palabras’ que utilizan los hongos tienen de media 5,97 letras, lo que está dentro del promedio de las 4 letras de las palabras inglesas y las 6 de las rusas.
Andrew Adamatzsky, director del Laboratorio de Computación No Convencional de la Universidad del Oeste de Inglaterra (Reino Unido), reveló que los hongos tienen la capacidad de comunicarse entre ellos mediante señales eléctricas.
En el estudio, publicado este miércoles en la revista Royal Society Open Science, Adamatzsky registró la actividad eléctrica generada por los hongos fantasmas, hongos Enoki y hongos oruga, con la ayuda de electrodos diferenciales insertados en un sustrato colonizado por el micelio, es decir, los filamentos fúngicos.
También se colocaron los electrodos de forma directa en los esporocarpos, también llamados como cuerpos fructíferos de los hongos, donde se forman las esporas. El científico analizó los registros obtenidos y descubrió que los picos de las señales eléctricas se agrupaban en unos conjuntos, conocidos como trenes, que son parecidos a las neuronas del sistema nervioso humano, recoge phys.org.
Los hongos pueden comunicarse como los humanos
Posteriormente, en un estudio más profundo, se demostró que los hongos utilizan los trenes de actividad eléctrica para comunicarse y procesar información entre ellos. Adamatzsky determinó que los hongos pueden tener un vocabulario de hasta 50 ‘palabras’, aunque habitualmente solo usan entre 15 y 20.
En cuanto a la longitud, las palabras que utilizan las setas de las cuatro especies estudiadas contienen de media 5,97 letras, lo que según el investigador está dentro del promedio de las 4,8 letras por palabra del idioma inglés y las 6 letras por palabras del ruso.
Andrew Adamatzsky reconoció que es necesario estudiar en un futuro las variaciones del lenguaje en otras especies de hongos, así como realizar una interpretación de la gramática fúngica, además de reconsiderar el tipo de codificación empleada por los hongos.
«Dicho esto, no debemos esperar resultados rápidos: aún tenemos que descifrar el lenguaje de los gatos y los perros a pesar de haber vivido con ellos durante siglos y la investigación sobre la comunicación eléctrica de los hongos está en su etapa puramente infantil», concluyó el científico en el estudio.