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eEl Partido Socialista de Gualeguaychú expresa su preocupación por la presencia de Gustavo Grobocopatel en la ciudad y alienta al debate serio sobre los riesgos que el negocio concentrado de la soja y las fumigaciones plantean para la población.
Oscar Marchionda, candidato a intendente expresó: «Nos sorprendió ver que se anunciara como un progreso la llegada del grupo Los Grobo a la zona sin mencionar que este grupo es un concentrador de la economía que contribuye a la desaparición de pequeños y medianos productores, y un productor de agrotóxicos, con lo que se fumiga en cercanías de escuelas afectando a niños docentes, y afectando el agua y el ambiente de modo permanente».
El modelo sojero que el gobierno ha favorecido con sus políticas, del cual Los Grobo son de sus principales beneficiarios, nos hace mal. El modelo actual de agronegocios es un modelo corporativo que influye la producción de alimentos mundial, ha convertido a los alimentos en mercancía, y ha conseguido apropiarse cadena alimentaria inflando los precios de lo que comemos.
¿Qué tiene que ver este modelo con nuestra salud y nuestra comida? La especulación financiera llegó a la agricultura sin que el gobierno la desaliente, donde los fondos de inversión y pooles de siembra fueron reyes del negocio. Los agricultores y productores locales no pueden competir con los concentrados, rentan sus campos y los campesinos son expulsados de sus tierras para que grupos como los Grobocopatel extraigan de la tierra – previo contaminarla- bienes para exportar, no para la gente coma. Este es un modelo extractivo, que se basa en saquear la tierra y sus frutos. Esta visión de los agronegocios que se pretende difundir contribuye a que la riqueza y el poder quede concentrado en unos pocos, mientras todos pagamos las consecuencias de la inflación en los precios de la comida y de la fumigación con agrotóxicos.
Ceferino Diaz de la Juventud Socialista explica: «Este modelo controlado por grandes empresas, con el aval del gobierno argentino: contamina, destroza la tierra, destruye el tejido social del campo, genera pérdida de medios de vida y de la soberanía de un sistema alimentario». Sara De Andreotti aclara: «El principal responsable de este modelo es el gobierno, de todos modos no es buena noticia que en Entre Ríos haya más concentrados en lugar de más pequeños productores. Invitamos a los dirigentes que promocionan este desembarco a promover un debate serio, y a que tengan responsabilidad y una visión crítica de las consecuencias del mismo para el trabajo, la salud y el alimento de todos»
