Se trata de las naves «Argos Galicia» y «Chicha Touza», ambas como dijimos con bandera de las Islas Malvinas que operan en aquellas aguas y también en el Atlántico sur. El primero entró al puerto de Punta del Este para desembarcar tripulantes y embarcar provisiones tras lo cual continuó viaje para España. El segundo entró a Montevideo para una operación de mayor rédito para el puerto. En efecto, el «Chicha Touza», amarrado en el muelle 8 transbordó al carguero frigorífico «Frigo Ionian» 1090 toneladas de calamar en bloques y 100 toneldas pescado en cajas todo con destino a España. El pesquero luego retornó a su área de operativa. En esta operación durante tres días participaron 420 personas/jornal entre apuntadores, guincheros, capataces, además de prácticos de puerto, remolcadores, amarradores, servicios de control de calidad de la mercadería, agencia marítima, la propia ANP que percibe dos dólares por tonelada transbordada, faros, muellaje, y suponemos despachante de Aduana.

Sin duda una excelente operación para el puerto de Montevideo por venta de servicios y para mucha gente trabajadora que obtuvo buenos estipendios; lo mismo el barco frigorífico que vino a buscar la mercadería.

Historia. El puerto de Montevideo es desde hace décadas y décadas, para ser más precisos, desde 1814, un puerto de servicios y de apoyo a la navegación internacional abierto a todos los barcos del mundo. Más aún, desde 1844 formalmente el puerto de Montevideo no cuestiona ni discrimina barcos que busquen servicios, y esto incluye pesqueros, cruceros, tanqueros, portacontenedores, frigoríficos, bulkcarrier y otros, sin importar su bandera. Solo tienen que traer los documentos en regla y los seguros en orden y pertenecer a una empresa solvente y ser responsable, ya que detrás de los servicios entregados vienen las facturas y hay que pagarlas. Por lo demás, Uruguay sostiene relaciones con Inglaterra y no son pocos los barcos de guerra británicos que nos visitan a lo largo del año para provisiones, reparaciones, descanso de tripulaciones o visita de cortesía. En ese orden recordamos el «Brandsfield», una nave del Instituto Antártico Británico. Así que los barcos matriculados en Port Stanley sean del gobierno o de empresas pesqueras allí instaladas son atendidos en el puerto de Montevideo. En nuestra larga actividad periodística especializada, hemos visto en el puerto barcos de casi todas las nacionalidades del mundo, incluso barcos matriculados en las Bahamas que enarbolan la mayoría de los cruceros de turismo o de Vanuatu, Islas Marshall o segundos registros.

Lo importante es que el barco tenga, como dijimos, los seguros al día, documentos de propiedad en orden, certificados de una sociedad de clasificación reconocida y si tiene el P&I mejor que mejor. Aquí les damos todos los servicios, reparaciones, provisiones, armado, búnker, y aún cesación de bandera o arbolamiento. Obviamente el puerto de Montevideo desde 1911 para no ir demasiado atrás, está recibiendo barcos pesqueros especialmente en aquellos tiempos, balleneros que los había y no solamente noruegos.

En 1947 y hasta 1955 se recibieron los balleneros rusos que integraban la famosa flotilla soviética «Slava» en tiempos políticos difíciles. Hemos atendido barcos pesqueros de casi todas las banderas del mundo que han pasado por Montevideo, incluso pesqueros de Corea del Norte y de China comunista cuando aún no teníamos relaciones. Y todos ellos son barcos que vienen a Montevideo porque es el mejor y acaso único puerto en el Atlántico sur capaz de suministrar la totalidad de los servicios con la mejor calidad y porque para nosotros es un negocio redituable. Lamentablemente, por razones conocidas, muchos pesqueros han abandonado Montevideo como base operativa y se han ido a Río Grande, Río de Janeiro y Punta Arenas en Chile. Pero apenas tronemos los dedos estos barcos se vuelven a Montevideo porque es el mejor puerto del Atlántico sur para servicios.