A LA AGRICULTURA LE QUEDAN POCOS AÑOS EN LA ARGENTINA

“La batalla la venimos perdiendo. Hay que poner cada vez más insumos, y el drama es que estamos combatiendo los síntomas de la adicción aumentando dosis, que calman, pero que a su vez aumentan el problema. Para mí, se agotó el actual paradigma productivo”.

¿Modelo agrario en crisis terminal?

El negocio agrícola ya no es tan rentable y entre los motivos del declive hay que incluir la degradación de los suelos por el monocultivo y el abuso de agroquímicos.

 La cuestión saltó en un encuentro entre actores del mundo agrícola de Argentina y Brasil, países que se han convertido en grandes productores mundiales del commodity estrella de estos años: la soja.

Según informa el suplemento Rural del diario Clarín, productores y asesores  líderes, reunidos a campo en Piamonte (Santa Fe), para debatir la encrucijada en que se encuentra el negocio, coincidieron en que este modo de hacer agricultura no va más.

Leyendo el testimonio de los participantes del encuentro parece inferirse que se cae el reinado de la soja transgénica y los pesticidas, pero no por motivos de mercado y falta de precios, sino por razones agronómicas.

Se confirmaría, de este modo, la hipótesis crítica de que este sistema productivo, extractivo y altamente dependiente de componentes artificiales, al afectar la biodiversidad de los campos, haría a éstos a la larga infértiles.

Aunque hubo que esperar a que la tasa de rentabilidad cayera para que se tomara nota de la incompatibilidad biológica de un esquema que privilegió siempre los altos rindes de corto plazo, a la conservación de los suelos.

En el encuentro de Santa Fe se escucharon lamentaciones sobre la “ausencia de la rotación de cultivos”, sobre “malezas que se tornan inmanejables”, sobre los aumentos de las dosis de insecticida campaña tras campaña, sobre nuevas enfermedades del suelo, entre otros problemas.

El productor Carlos Grosso dijo: “La batalla la venimos perdiendo. Hay que poner cada vez más insumos, y el drama es que estamos combatiendo los síntomas de la adicción aumentando dosis, que calman, pero que a su vez aumentan el problema. Para mí, se agotó el actual paradigma productivo”.

En tanto el especialista brasileño Dirceu Gassen, quien viajó hasta Piamonte especialmente para aportar su visión en el debate, aseguró que “los modelos mentales del pasado no sirven para resolver los problemas de hoy”.

En Brasil, según Gassen, hoy se aplican cuatro veces más fungicida que en 2010, tres veces más herbicida y hasta nueve veces más insecticida. “El sistema no es sustentable”, afirmó.

Marcelo Carmona, profesor de Fitopatología en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), que estuvo presente en la reunión de Santa Fe, fue contundente respecto de los errores que llevaron a la encrucijada agronómica actual.

“Se han utilizado muchas monomoléculas, se han bajado las dosis, se han incrementado las dosis, se han usado fungicidas e insecticidas sin criterio, por las dudas, acompañando los famosos chorritos de piretroide o de carbendazim, hemos evitado la formación de refugios especialmente para los eventos biotecnológicos y, fundamentalmente, hemos pensado mucho en la rentabilidad y poco en crear un programa de resguardo de futuras fallas que pudieran tener las tecnologías”, afirmó.

Y continuó: “Resulta una paradoja que la agricultura argentina haya transitado con tantos éxitos en ciencia, tantos éxitos en biotecnología, y hoy corra la sensación de que hay un peligro en parte de la agricultura”.

Carmona remarcó por otro lado: “Dos mil millones de litros de glifosato se utilizan por año en la agricultura, y eso significa que irremediablemente algo iba a suceder porque la naturaleza siempre manda. Evidentemente, necesitamos repensar el sistema productivo”.

Comentá desde Facebook

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *