¿Y DONDE ESTABA RODRIGUEZ SIGNES CUANDO FUMIGARON LA ESCUELA 110?

El Fiscal de Estado de Entre Ríos, Julio Rodriguez Signes, es un tipo de múltiples facetas: surgió como diputado por el Partido Radical de aquella malrecordada coalición a la que se denominó ‘La Alianza’; luego de una acrobática pirueta política pasó a ser una de las espadas más filosas del gobernador Urribarri quien lo puso a cargo de la Fiscalía de Estado provincial.   Cuestionado reiteradas veces por incompatibilidades éticas recurrentes como, y solo a modo de ejemplo, ser simultaneamente Fiscal de Estado y Síndico de Sidecreer. Junto con el gobernador pergeñaron dos de los proyectos más disparatados y agresivos ambientalmente hablando que jamás nadie se atrevió a imaginar para la provincia.
El primero: la abortada Ley de Arroz del Delta Entrerriano, a través de la cual un grupete de pícaros quería tomar por asalto un millón y medio de hectáreas fiscales de humedales protegidos para transformarlos en arroceras. 
El segundo: un disparatado ‘Cuento Chino’ a través del cual se pretendía unir las cuencas del Paraná y el Uruguay con faraónicos canales interiores con los que se pensaba regar algunos miles de hectáreas de ignotos ¿? propietarios que hubieran visto multiplicado a infinito el valor de sus fundos por la posibilidad de riego a costa de un fabulosamente inflado crédito que otorgaría el país asiático de 400 millones de U$S, para una obra que el Colegio de Ingenieros de Entre Ríos valoró en su momento en, a lo sumo, 9o millones de esa moneda.
Recientemente reapareció liderando la apelación contra la decisión judicial de alejar las fumigaciones de los establecimientos escolaress, alineandose, como es su costumbre, no con los intereses del Estado sino con los de quienes los agreden. Por estos días y simultáneamente con la presentación judicial que encabezó, fumigaron, una vez más a escolares entrerrianos.  Pero Rodriguez Signes no tomó nota ni intervino en defensa de los agraviados como hubiese correspondido por su responsabilidad institucional, sino que siguió accionando a favor de quienes nos están envenenando.

Fumigaron a niños de una escuela rural de La Paz en pleno horario de clases

Fuente: Noticiauno

El hecho sucedió a mediados de septiembre en la escuela rural Nº 110 “Batalla de Don Gonzalo”, ubicada en Yeso Oeste, localidad de Villa Álvarez, departamento La Paz, y no existen constancias oficiales sobre lo ocurrido. La imagen de los pequeños evitando respirar el “fuerte olor a químico” ilustra el gravísimo problema de salud pública generado por el modelo de producción agropecuaria vigente.

Los niños que asisten a la escuela rural Nº 110 “Batalla de Don Gonzalo”, ubicada en Yeso Oeste, localidad de Villa Álvarez, departamento La Paz, sufrieron los efectos agudos típicos de una fumigación con agroquímicos a mediados de septiembre. “Presentaron cuadros de alergia y mucha tos hasta el día siguiente, inmediatamente después de que una avioneta sobrevolara la zona”, dijo una fuente del establecimiento escolar a NOTICIAUNO.

Unos minutos antes de que sintieran “el fuerte olor a químicos” vieron “una avioneta que sobrevolaba la zona”. Lo llamativo es que “los agentes de policía descartaron que se tratara de un avión fumigador”, por lo que el cuerpo directivo no realizó la denuncia correspondiente.

Sin embargo, “el olor era muy fuerte y todos los chiquitos comenzaron con tos tipo alérgica de repente y no podían respirar”.

Una docente de la institución relató que “era impresionante el olor y tuve que cerrar las ventanas y puertas del comedor porque no sabíamos de dónde provenía. Pero era algo químico sin dudas”, aseguró.

Aunque no pueden precisar “si el avión que sobrevolaba roció con agroquímicos la escuela en pleno horario de clases, o si en algún sembrado arrojaron unas pastillas que combaten los gorgojos y que despiden un humo tóxico”, lo cierto es que los niños padecieron un cuadro agudo compatible con intoxicación por agroquímicos mientras estaban tomando clases.

“Nos asustamos mucho, los chicos siguieron con mucha tos hasta el otro día”, señalaron.

Una semana después del hecho, la escuela recibió la visita y apoyo de un grupo de docentes que intentan concientizar sobre los daños que causan las fumigaciones con agrotóxicos, y recordar las (laxas) normas vigentes.

«Protección y buena salud es lo que anhelamos», concluyeron después del encuentro.

El hecho, impune, es uno más de los tantos que ocurren a diario en las escuelas rurales de Entre Ríos, abandonadas a los designios de los beneficiarios del modelo agropecuario vigente.

Como advierten miles de comentarios en redes sociales, “están matando a nuestros niños”.

 

 

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