Desde hace años, Fundavida viene alertando del daño que sufren nuestras industria del tablero y aserraderos por la exportación de rollizos sin procesar. La derogación por parte del Gobernador Bordet fue parte de eso, en complicidad con el establecimiento El Potrero, que entrega de la misma forma madera a UPM, dando la espalda a la causa ambiental mas importante de Gualeguaychú.
Ahora desde el portal misionero El Territorio, nos llega otro alerta que se suma a la preocupación, y está directamente vinculada a puertos entrerrianos.
fuente e imagenes: El Territorio de Misiones.
Por Nazarena Torrestorresnazarena@gmail.com
La salida de rollizos de madera de pino sin procesar vuelve a poner en alerta al sector forestal de Misiones y Corrientes. Es que en los últimos tiempos se vio un crecimiento del volumen de este tipo de exportación, a lo que se le suma además la incorporación de más países que compran la materia prima sin procesar. Ya en 2021, este matutino daba cuenta de la salida masiva de los rollos a China. Ahora también se van a India y Tailandia.
De acuerdo a lo que remarcan desde el sector de la forestoindustria de la región, esta situación no hace más que truncar la posibilidad de seguir invirtiendo en la cadena productiva local. Hay decenas de aserraderos parados y mano de obra regional que se encuentra desocupada debido a las dificultades para producir, derivadas de las subas de los insumos.
Según se especificó sobre la mercadería exportada, se trata de madera sin agregado de valor que sale de Corrientes, aunque las empresas que comercializan ya habrían comprado hectáreas en la zona sur de Misiones, con la misma finalidad.
Desde la estación de tren de Virasoro (Corrientes), llegan hasta la provincia de Entre Ríos, puntualmente a los puertos de Concepción del Uruguay e Ibicuy, desde donde los buques salen primero a Uruguay y luego con destino a los países asiáticos.
Esto se puede ver a través de la imagen en la que las barcazas parten repletas de rollos, lo que fue advertido en redes sociales por Ronald Vera, ingeniero agrónomo y especialista en industrias forestales.
“Se va la madera correntina a generar mano de obra en aserraderos chinos e indúes. Madera que fue plantada con subsidios para generar trabajo argentino. Cada barco lleva lo que consume un aserradero medio de la región en un año”, expresó y apuntó a potenciar las inversiones en el sector.
En tanto, para Guillermo Fachinello, presidente de la Asociación de Productores Industriales y Comerciales Foresto Industriales de Misiones y el Norte de Corrientes (Apicofom) y de la Confederación Económica de Misiones (CEM), lo que se ve es “la consecuencia de la falta de herramientas nacionales para el sector forestal, las mismas que venimos pidiendo y nos prometen, pero no cumplen”.
Afirma que este escenario afecta de gran manera a una actividad que viene en picada desde el año pasado, caída impulsada por la situación económica, la suba de insumos y la presión fiscal, entre otras razones.
Volumen y consecuencias
Ya en el año 2021, los empresarios habían planteado esta problemática a Nación, en una reunión llevada adelante con el entonces ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas.
Sin embargo, el Ministerio, que más tarde se convertiría en secretaría -y hoy se encuentra a cargo de José de Mendiguren- no tomó acciones concretas, por lo que las exportaciones masivas de rollos siguieron sucediendo.
El Territorio tuvo acceso a las planillas que mes a mes grafican el gran volumen de rollizos sin procesamiento que se exportan. En ellas, se puede ver que durante el 2022 se enviaron unas 503.172,18 toneladas de materia prima desde Argentina a China, Tailandia y Asia.
Al respecto, Fachinello determinó que “es impresionante ver el tren en la estación de Virasoro lleno de rollizos, no da abasto. Esto pasa por la inacción del gobierno nacional ante los pedidos que hemos hecho, ahí vemos las consecuencias”.
Además, se refirió a la pérdida de fuentes laborales que esto genera en la región. “En el gobierno de Entre Ríos festejan estas ventas porque moviliza el puerto, se abren comercios alrededor, pero no se dan cuenta de que al mismo tiempo se deja sin trabajo a mucha mano de obra calificada de las provincias de Corrientes y Misiones. Entre las dos, hay alrededor de 10.000 trabajadores que conforman el sector”, detalló.
Justamente, según habían informado desde el Instituto Portuario de Entre Ríos en los primeros días del año, dos buques cargaron en los puertos entrerrianos de Concepción del Uruguay e Ibicuy unas 32.000 toneladas de rollizos de madera de pino a granel para ser exportadas al mercado de la India. “Es el primero de otras dos o tres cargas que se concretarán en enero”, habían expresado.
Pedidos a Nación
Sobre los requerimientos hechos por el sector forestal a los funcionarios nacionales, el presidente de Apicofom enumeró: la aplicación de la ley 25.080, la quita de retenciones para exportar y la igualdad en el precio de insumos como combustible y energía, además de la zona aduanera especial ansiada por los misioneros.
“Nos habían prometido medidas que no cumplieron. Seguimos a la espera de los anuncios de Sergio Massa. No estamos para nada de acuerdo con la exportación de estos rollizos, pero entendemos que el plantador quiere vender, por eso necesitamos invertir y apuntar a comercializar para potenciar la cadena de valor; que la madera salga procesada, no como materia prima para que otros le agreguen valor”, sostuvo Fachinello.
Asimismo, mencionó que este panorama hizo que se pierdan mercados importantes para la industria, generando una caída estrepitosa en el mercado interno y externo.
Es que como se viene mencionando en este matutino, el sector forestal viene pasando un muy mal momento. Las buenas épocas que hubo durante la pandemia quedaron lejos y hoy el escenario es totalmente otro, siendo el rubro uno de los que más sufre los embates económicos.
La baja en los precios internacionales en dólares de los productos que Argentina exportaba fue uno de los principales problemas para exportar, por ello se insiste en la necesidad de un dólar especial para las economías regionales. No obstante, la baja en la demanda de productos y la falta de insumos para producir (como la resina) también condicionan hoy al sector.