El fallo de la Cámara Civil ll, Sala Segunda, otorgando el amparo ambiental presentado por la Asociación del Magisterio de Entre Ríos Agmer y el Foro Ecologista de Paraná, donde se prohíbe la aplicación de fitosanitarios en un radio de 1.000 metros alrededor de todas las escuelas rurales de la provincia desnuda la mentalidad cuasi criminal de quienes dirigen las entidades rurales.

Los ruralistas expresaron su preocupación porque según dicen  “existen unos 900 establecimientos escolares y si no se puede utilizar para agricultura un radio de 1.000 mts; lo que nos parece irracional y arbitrario en cada uno de los establecimientos, estamos dejando sin producir un total de 282.000 ha. En el territorio provincial, la siembra total de trigo en nuestra provincia es de aproximadamente 300.000 hectáreas”, describe un comunicado conjunto firmado por la Bolsa de Cereales de Entre Ríos, la Cámara Arbitral de Cereales de Entre Ríos (CACER), el Centro de Acopiadores de Granos de Entre Ríos (CAGER), la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), la Regional Paraná AAPRESID, Cooperativas Agropecuarias Federadas De Entre Ríos Coop. Ltda. (CAFER), la Cámara de Productores Porcinos de Entre Ríos (CAPPER), el Colegio de Profesionales de la Agronomía de Entre Ríos (COPAER), entre otros.

Aunque quizás lo más doloroso sea que al loby empresario se suma  la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Entre Ríos (FCA-UNER), la misma casa de estudios que hace años envió a Gualeguaychú, en oportunidad de un debate público por el uso creciente de los agrotóxicos a dos profesionales agronomos que soltaron en la charla una de las frases mas desafortunadas que se recuerde en este tema, afirmando:…«en Entre Ríos no existe ningún caso registrado en el organismo de Salud Pública de alguien afectado por agrotóxicos» El repudio a sus afirmaciones fue inmediato y total, recordamos que no era para menos dado que entre el público estaba el recientemente fallecido, víctima de estos químicos de la muerte, Fabián Tomasi y dió lugar a una nota publicada el 12 de abril de 2010 en nuestra página donde se hacía referencia a la ‘insoportable levedad de los ingenieros agrónomos de la UNER’ (VER NOTA)

NO LES GUSTAN LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE: SON AGROTÓXICOS

Les preocupa el lenguaje utilizado en este fallo, ya que denomina al acto de aplicar fitosanitaros como “fumigación”, “pesticidas”, luego “quimicos” “agroquimicos”, “fitosanitarios”. En un comunicado  afirman que “salvo el caso de fitosanitarios los demás términos no son los adecuados para utilizar”.