A medida que pasa el tiempo, se va aclarando el panorama de los conflictos regionales que enfrentan a los ciudadanos con los cómplices de la contaminación y del saqueo.

Cada día queda mas claro que la Mesopotamia Argentina esta dentro de una región que comparte con Brasil,  Uruguay y Paraguay, donde se encuentran dones de la naturaleza que se hacen cada ves más necesarios para la sobrevivencia de la raza humana.

La fertilidad y el agua, ya nadie duda que son estratégicas para la vida de la humanidad, en un mundo donde aumenta la lucha descarnada por  los medios que garanticen la subsistencia de los seres humanos.

Y en poco menos de un siglo, lo que fue nuestra oportunidad, nuestro hábitat y nuestro paisaje se va transformando en una fuente de conflictos cada vez mayores y  si no los defendemos se pueden transformar en nuestra maldición.

La enorme represa de Yaciretá fue uno de los hitos  del avance del “progresismo” sobre nuestro río arterial, el Paraná, y las transformaciones que produjo siguen y seguirán afectando por décadas la enorme región que modificó para mal, con su descomunal represamiento.

Le siguió Salto Grande, por el paradigma de la energía a cualquier costo, que amenaza ahora con el complejo Garabí en el norte de Corrientes y Misiones, proyecto que sigue avanzando a pasos agigantados a pesar de las denuncias y reclamos y que entre otras cosas hará desaparecer una de las maravillas de la naturaleza como son los Saltos del Moconá.

El mega desastre que hubiera significado el Paraná Medio fue frenado por la lucha de ciudadanos que enfrentaron este insensato proyecto.

Pero fue solo el inicio, ahora comienza el partido de fondo: vienen por todo.

Los embates a la naturaleza regional se multiplican día a día, abriendo frentes por todos lados con proyectos, que de concretarse, destruirán, contaminarán e hipotecarán el futuro de nuestras generaciones futuras sin ninguna piedad.

El modelo de agricultura industrial que va tomando los suelos agrícolas y semi agrícolas de nuestra región, garantizan su destrucción a corto plazo, con una derivada letal: su envenenamiento y el de los acuíferos.

En Entre Ríos se suma una nueva amenaza, el convenio firmado por el gobernador Urribarri, autorizando a una petrolera, asociada largamente a agresiones ambientales, a perforar el acuífero guaraní en busca de petróleo, y mientras nuestro vecino Brasil cierra el ingreso de capitales extranjeros para la adquisición de tierras, nuestro gobernador viaja a EEUU a ofrecerlas.

Corrientes amanece a estas nuevas realidades, de la mano de una dirigencia corrupta e inescrupulosa, que no duda en negociar la violación de sus tesoros mas preciados, sus tierras fértiles, sus acuíferos y la Reserva de los Esteros del Ibera. A los buitres del capital salvaje que viene a destruirlo todo..

El gobernador Colombi, y sus Secretarios, al igual que su primo, que lo antecedió, se pasean ufanos por el territorio, llevando de la mano a los pasteros Finlandeses, para que instalen sus monstruosas plantas contaminantes en la tierra del taragüi.       Y a los capitales financieros que transformaron la agricultura en un negocio de usureros, de la mano del emblemático George Soros, especulador internacional que ha sido despreciado incluso por los países del norte por sus inmorales prácticas económicas,

La mas que castigada Misiones, ve nuevamente una amenaza letal para su futuro, por el reemplazo de su selva extraordinaria, tesoro de la humanidad, por los monocultivos forestales que desertificaran definitivamente sus suelos, expulsando en el camino a los pobladores nativos.

La elevación de la cota de Yaciretá, que incluso inundara parte significativa de su ciudad capital, y el proyecto Garabí, son sablazos definitivos para su otrora maravillosa naturaleza.

Este escenario es posible por los dirigentes corruptos, que no dudarían en vender hasta sus madres, con tal de acumular fortunas mal habidas, manchadas con las miserias que provocan.

Pero los pueblos se levantan, los ambientalistas que pararon el Paraná Medio, Gualeguaychú y su reciente epopeya que aún no ha terminado, los pobladores de Esquina, en Corrientes   que días atrás unificaron a toda la población en el rechazo a una amenaza de instalación de una pastera en Goya, y tantas otras batallas cotidianas que se están librando y se agudizarán con el tiempo.

El camino recién se inicia, y será largo y dificil, la criminalización de la lucha de Gualeguaychú, cuyos luchadores han sido procesados y están comenzando un doloroso peregrinaje por la justicia, muestra como serán los días que vienen.

Nuestra fuerza esta en nuestra verdad y en la esperanza de un mundo mejor para nuestros hijos.

¡No nos vencerán!