Clarín y Nación ante al fallo de La Haya

El amanecer de aquel  23 de enero de 2007 nos golpeaba con los titulares de los dos grandes diarios nacionales. A las 6 de la mañana hora argentina, la jueza Rosalyn Higgins, presidenta de la Corte Internacional de Justicia leería el fallo sobre la cautelar pedida por Uruguay sobre el corte de la Ruta 136, en el juicio que llevaba adelante la Argentina contra ese país.

 Ese día Clarín ponía en su portada “Tensión ante el fallo de La Haya. Se espera hoy un veredicto adverso”.  En su interior no era menos. En una amplia nota al Canciller uruguayo Reynaldo Gargano nos decía: “Argentina deberá someterse al fallo”. El corresponsal en Holanda explicaba de “contramedidas”;  sobre la obligación de cumplir el fallo y por último nos advertía sobre una probable intervención de las fuerzas de seguridad de la ONU ante un eventual desacato si el gobierno nacional persistía en su postura de no reprimir.

Por su parte La Nación no se quedaba atrás. En sendas editoriales insistía que debíamos respetar el fallo, y el enviado especial  en La Haya hablaba en su resumen sobre   el “pesimismo en la Cancillería Argentina” y se preguntaba,  ante la inminencia de un revés  si cambiaría la política de no represión a la protesta.

No conformes con no acertar un solo punto en sus anticipos,  al día siguiente volvían a cargar con títulos como “Envalentonados por el fallo los asambleístas preparan corte total al Uruguay”. Expresaban disconformidad hacia lo leído en el tribunal como si fueran funcionarios del gobierno oriental. La Nación opinaba a través de Di Lázzaro:  “La decisión ahonda las diferencias”,  manifestando con mucha preocupación que esto daba “aire al frente interno argentino” ,  y que había servido para que el entonces  Presidente Néstor Kirchner saliera a fustigar públicamente a los dos grandes medios por las especulaciones derrotistas mencionadas. Como si la prensa no hubiera cometido ningún error confundiendo al lector con un fallo que daban por certero y terminó 14 a 1 a nuestro favor.

El archivo da para mucho más, pero creo que basta para ilustrar y nos ubica en la actualidad.

Este domingo 21 de marzo de 2010, Clarín con la firma de su columnista Van der Kooy,  nos ilumina con “información” sobre el supuesto fallo de la CIJ. El contenido podría estar dentro de las especulaciones que se escuchan  casi a diario, pero lo extraño, es que nuevamente lo sugieren en boca  de los jueces,  como una filtración del tribunal, que por obra y gracia siempre cae en manos de estos  medios, y nunca jamás en la prensa imparcial, ni siquiera la europea, que tiene un gran respeto hacia este tribunal y uno podría suponer que por cercanía y composición obtendrían alguna infidencia.

Manifestarle a estos medios que están especulando con la aflicción de la gente a esta altura, es ridículo. Pedirles lealtad, comprensión y respeto por la lucha de un pueblo que se ha puesto de pie en defensa de la vida y un modelo de  desarrollo, parece demasiado. Hablarles de violaciones de estatutos y tratados internacionales, tampoco. De avances del Uruguay y las multinacionales que vienen a depredar recursos naturales, no sirve.  Explicarle por centésima vez que la violación en el caso Botnia-UPM es solo la punta de iceberg, y que a lo largo de Río Uruguay hay al menos otras diez,  algunas consumadas y otras demoradas por la crisis internacional, y que tal vez sean peores a la de Fray Bentos, inútil.  Mucho menos aún cuando nos usan para atacar a un gobierno al cual nos quieren pegar,  gobierno que sin mucha convicción (salvo contadas excepciones) abrazo el tema y lo caratuló para la tribuna como Causa Nacional.

Todo está claro. Somos para esta prensa un mal ejemplo que intenta diseminarse, denunciando  un modelo  agotado, insostenible, sin futuro. Y somos una amenaza contra un país “ejemplo” de los inversores y los mercados como es Uruguay;  y por consecuencia una mala hierba que debe exterminarse de raíz para quedar bien a los ojos de este invento de globalización parido por las corporaciones.

Nada se puede  esperar de quienes desde hace mucho  usan y se amparan en la libertad de prensa para defender sus negocios, su paraíso  fiscal y porque no, su pequeña Mónaco. Simulan estar en el negocio sano, en la fácil, en el salvarse ellos,  pero son funcionales a los grandes depredadores del planeta, y  enemigos de la vida sana y digna que debemos legar a nuestros hijos.

gustavo@fundavida.org.ar

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3 Comentarios

  1. coincido con el comentario sobre estos diarios.
    debemos aprender y apoyar a la asamblea de gualeguaychu,desde donde estemos,son un ejemplo de costancia. nada mas que hay que separar la politica partidaria oportunista de la lucha genuina.desde goya,ctes. felicitaciones a los asambleistas.

  2. Estimado Eduardo.
    Si ud, lee detenidamente la nota, verá que para lo único que mencino el corte es para fundamentar mi apreciación sobre Clarín y La Nación. Nunca emití opinión alguna al corte como medida de acción.
    REspeto su opinión sobre el tema. Yo mas allá de los errores o aciertos de la ACAG, defiendo lo genuino de su lucha, su valentía frente a un adversario que la supera en recursos. Es una batalla desigual, y ni Uruguay, ni Botnia-UPM han sido leales en las armas usadas.
    Gracias por su comentario.

  3. Increiblemente coincido con muchas de sus apreciaciones, incluso con los abrazos al río. Pero en definitiva que tiene que ver con el hecho de creerse dueños y apropiarse de una ruta y de manejar la vida de los demás a su antojo ?
    Solo me queda pensar que lo mismo también obedece a los mismos intereses que se critican en el artículo como el caso de Buquebus y los distintos benefiaciados en el turismo interno de su provincia.

    Atte
    Eduardo

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