Hoy sábado 23, siendo las 13 hs. un grupo de habitantes de Gualeguaychú, fuimos actores y testigos de la quema y destrucción del material importado por a empresa Walker, del parque Indutrial Gualeguaychú.
Transportada por dos camiones, llego la pasta de celulosa que había adquirido Sommer SA, propietaria de la marca Walker, y quien dias pasados reconocio en una solicitada pública, que había cometido un error al importar insumos desde una planta ilegal y contaminante. Esto ocurría en el predio de deposición final del municipio de Gualeguaychú.
Sin ninguna duda fue un duro e inmerecido golpe para los 7 años de pelea contra la instalación de las pasteras, pero la rápida reacción de los asambleistas, quita cualquier duda sobre el compromiso social asumido por este pueblo, que no baja los brazos y solo admite como solución al conflicto el desmantelamiento de la planta.
Jamás debió suceder. Nada justifica que una empresa con arraigo local tenga este «error»: y mucho menos aún en los privados que ejercieron los servicios de trámites de despachos aduaneros, y que antes se victimizaban detras del corte de ruta, hoy tomen esta tarea como una especie de revancha, no siendo mas que una inutil y peligrosa actitud de provocacion.
Y en números?, ¿alguien pensó cuanto significa en producción 6 TN para UPM?. Y son solo dos minutos y medio. En ese pequeño espacio de tiempo la ex-Botnia elaboro esa maldad. Nada significativo, y sin embargo, todo un mensaje. Un peligroso mensaje.
Y es que la lucha ha cambiado. Y no solo para Gualeguaychú. UPM lo sabe, y poner un pie firme de este lado del charco es fundamental en su estrategia. A no distraernos, lo de hoy fue un aviso.
Gustavo Rivollier