Al avasallamiento de la soberanía que mortifica el presente y el futuro de los uruguayos a manos de UPM hay que sumarle el avasallamiento de la justicia laboral que le ha quitado a los charrúas, con la complicidad del Pit-Cnt y el Frente Amplio, derechos conquistados en históricas jornadas de lucha por la justicia social, volviendo atras un siglo de conquistas sociales
Víctor Bacchetta, con el rigor que nos tiene acostumbrados da cuenta de un hecho que afrenta la memoria, el presente y el futuro de los trabajadoress orientales.
…………………….
La historia del obrero que lleva más de 10 años en un juicio contra UPM
El trabajador, que sufrió graves quemaduras durante la construcción de la planta de celulosa en Fray Bentos, también inició una demanda a varios médicos del Banco de Seguros
FUENTE:sudestada.com.uy, por Víctor L. Bacchetta
El 14 de agosto de 2007, a eso de las 9 de la mañana, se produjo uno de los más graves accidentes durante la construcción de la planta de celulosa de Botnia, en Fray Bentos. Varios obreros se encontraban realizando tareas de terminación de la obra cuando, impulsada por una ráfaga de viento, los alcanzó una nube de sulfuro de sodio en polvo, con el que estaban llenando paralelamente un tanque cercano.
Los obreros afectados pertenecían a la empresa Isolanger, contratada para realizar trabajos de aislamiento de esa área, y no poseían ninguna protección especial. El llenado del tanque era realizado por empleados de Botnia usando los elementos de seguridad adecuados para esa tarea. Cuando se realizan actividades diferentes de esa naturaleza deben coordinarse específicamente o no ser simultáneas.
El delegado del Sunca, Marcelo Castillo, atribuyó el accidente a «más que nada error de la empresa Botnia otra vez, cuando manipula productos químicos en horario donde está todo el mundo trabajando»
. En declaraciones a radio El Espectador, Castillo reclamó que la empresa no ocultara información y que «en el mes y medio que queda de trabajo, los compañeros no se caigan como hojas de los árboles” (sic).
Botnia estaba apremiada por culminar las obras y poner en funcionamiento la planta, que entraría finalmente a producir en noviembre de ese año. El accidente tuvo gran repercusión pública por las tensiones políticas de ese momento relacionadas con la instalación de la planta, sobre todo por el conflicto surgido con los asambleístas de Gualeguaychú que habían cortado el paso por el puente San Martín.
En este contexto, el gobierno uruguayo estaba preocupado por mostrar una actitud de exigencia frente a Botnia. A la salida del Consejo de Ministros realizado una semana después se dio un informe del caso, el presidente Tabaré Vázquez consideró «inadmisible»
el accidente y el entonces ministro de Vivienda y Medio Ambiente, Mariano Arana, agregó que ese tipo de imprevisiones eran «imposibles de tolerar».