Es una muerte silenciosa pero anuncidada, el fracaso económico del Frente Amplio no solo se expresa en que los indicadores económicos y de equidad social son cada vez peores, quizás el mas grave sea el del endeudamiento del país, los niveles de deuda pública ya superaron la categoría «alarmante» para ingresar en la etapa de «pánico».
Tabaré Vázquez y su banda triplicaron la deuda uruguaya llevandola a superar un PIB completo, poniéndola a nivel de los países más endeudados del mundo, superando holgadamente el endeudamiento relativo de Argentina.
Ya nadie quiere invertir en el país, porque se hace cada vez mas evidente que entrar dinero es facil, pero luego sacarlo puede llegar a ser, en las actuales condiciones, casi imposible.
Los dólares ya no fluyen a su banca a torrentes, a la que le resulta cada vez más dificil seguir siendo ‘paraíso fiscal’ por las regulaciones internacionales, el dinero del narcolavado y de la corrupción política ya ha saturado hasta lo grotesco Punta del Este con edificios estrafalarios que nadie habita, que constituyen una ladrillera forma de ocultar dineros mal habidos; asi que lo que le queda a Vázquez antes de irse, para que no le explote en la nariz el desastre del que él y sus secuaces son responsables, es la fluidez económica circunstancial que aportaría la instalación de la tercera planta de celulosa.
Y a eso está jugado, aunque los charrúas cada vez más se están rebelando más contra este desaguizado fenomenal.
Una nota en el país, aunque con la sordina propia de quienes han sido promotores y cómplices de este desastre, comienza a dar la alarma:
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FUENTE: elpais.com.uy
Uruguay entre los “peores de la clase” en atraer inversión
En 2016 y 2017 ocupó los últimos puestos en la región en IED, según Cepal.

Mayor expectativa puesta en instalación de la planta de UPM, destacó Cepal.
El ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori aseguró la semana pasada ante la comisión de Hacienda del Senado que “la disminución de la inversión extranjera directa (IED) en Uruguay no es propia de nuestro país, es una característica de toda América Latina; toda la inversión extranjera en América Latina cayó en estos años, entre otras cosas, por la valorización del dólar y la retirada de capitales de países emergentes que volvieron al refugio del dólar”.
Agregó que “se perdieron oportunidades de inversión directa no solo en Uruguay, sino en todos los países emergentes y, en particular, los de América Latina”.
Sin embargo, un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) muestra que lo dicho por Astori no es así.
“En 2017, las entradas de IED aumentaron en el Caribe y en Centroamérica, pero disminuyeron en México y en América del Sur, como resultado de una caída de las inversiones en el Brasil, Chile y el Perú. Las economías más pequeñas de la región recibieron mayores flujos de capitales, pero su magnitud no logró compensar la caída de los flujos hacia las mayores economías”, aseguró el estudio. Eso muestra que la caída que se dio en Uruguay, no se repitió en “toda América Latina” sino en las dos economías más grandes (Brasil y México) más Chile y Perú.
De hecho, según los números de Cepal en 2016, Uruguay fue el único país de la región donde hubo salida de capitales (por US$ 379 millones), mientras que en todo el resto hubo ingresos.
En 2017 según Cepal, Uruguay recibió US$ 27 millones de IED. Países como Bolivia (US$ 335 millones), Paraguay (US$ 356 millones) y Ecuador (US$ 755 millones) tuvieron más inversión extranjera en 2017 que Uruguay, cuando en 2015 la IED que recibió Uruguay superó a la de esos tres países sumados (US$ 2.435 millones frente a US$ 2.183 millones).
Otra forma de ver el monto de IED que cada país recibe, es en relación al tamaño de su economía.
Los datos de Cepal para 24 países de América Latina y el Caribe en 2017 mostraron que en relación al Producto Interno Bruto (PIB), Uruguay es el que menos inversión extranjera directa recibió: apenas 0,05% del PIB. “Las entradas de IED en América Latina y el Caribe en 2017 alcanzaron un monto equivalente al 3,1% del PIB de la región, porcentaje similar al registrado desde el año 2000. En general, el peso de la IED es mayor en las economías más pequeñas (y menor en las más grandes)”, analizó el informe.
“Panamá se destaca como el país de la región que recibe más IED en relación con el tamaño de su economía (con casi 10% del PIB)”, agregó.
A su vez, la mitad de los países evaluados recibió más de 4% del PIB en flujos de inversión.
“La atracción de IED al Uruguay cayó fuertemente en los últimos dos años, registrándose flujos negativos en 2016 y un total de US$ 27 millones en 2017. Las entradas de nuevos aportes de capital disminuyeron un 31,5% y alcanzaron un monto de US$ 799 millones, lo que, sumado a los flujos negativos de préstamos entre compañías, determinó el pobre resultado final”, aseguró la Cepal.
“Pese a esto, se concretó una operación de magnitud en el sector forestal, en el que la estadounidense Weyerhaeuser vendió sus activos a un consorcio brasileño (BTG Pactual) por US$ 403 millones, y otra en la industria hotelera, en que la chilena Enjoy S.A. compró el 55% de la participación accionaria que le restaba para tener el control total de Conrad Punta del Este, por US$ 180 millones”, agregó el organismo.
“Por otra parte, la mayor expectativa se genera con el proyecto de una segunda planta de celulosa de la finesa UPM-Kymmene, con una inversión estimada en US$ 4.000 millones”, explicó el informe.
El ministro de Economía dijo en su comparecencia ante la comisión de Hacienda del Senado que “obviamente, subsiste la necesidad de trabajar para recuperar esos niveles. ¡Ni qué hablar! Y es lo que creemos estar haciendo con la instauración de un conjunto de estímulos muy importantes para la inversión pública, privada, nacional y del exterior”.
No prevén cambio de tendencia este año
La Cepal señaló que “los países de la Unión Europea continúan siendo la principal fuente de IED para América Latina y el Caribe en su conjunto, aunque su peso es mayor en América del Sur y menor en México y Centroamérica, donde dominan las inversiones de los Estados Unidos. En 2017 se incrementó la inversión de China en el Brasil, gracias a la compra de varios activos en el sector eléctrico, si bien las inversiones extranjeras de empresas chinas a nivel mundial cayeron significativamente”.
Según el organismo multilateral, “para 2018 no se prevé un cambio de tendencia en lo que respecta a las entradas de IED. Aunque persistiera la subida de precios de los productos primarios, difícilmente se repetirían los elevados niveles de IED en las industrias extractivas de 2011 y 2012, debido, por un lado, al incremento de la capacidad de explotación que ha tenido lugar durante la última década, pero también a la tendencia mundial a la descarbonización de la economía y el uso más eficiente de los recursos”.
Agregó que “las tendencias mundiales también apuntan hacia la estabilidad. A pesar del crecimiento de la economía mundial y de la gran liquidez en los mercados financieros, las corrientes mundiales de IED cayeron un 23% en 2017 y se mantienen en niveles todavía inferiores a los registrados antes de la crisis financiera de la década pasada. La incertidumbre sobre las políticas comerciales y de inversión de muchos países y el desarrollo de las empresas digitales, que requieren menor inversión en activos fijos para su expansión internacional, redundarán en un crecimiento de la IED más moderado en los próximos años”.