Fue una noticia que pasó desapercibida en el huracán mediático de la pandemia. La planta de Kemira, en Fray Bentos, a tiro de viento de Gualeguaychú, en 2021 aumentó sideralmente la capacidad productiva del temible dióxido de cloro. Te lo recordamos para que después no digas que nadie te avisó. (*)
Hoy la amenaza que se yergue sobre Gualeguaychú (y obviamente sobre Fray Bentos) a aumentado exponencialmente. Y la empresa que vendía humo diciendo que empleaba la mejor tecnología del planeta, a pocos años de comenzar a operar se vive rompiendo y ocasionando incidentes que afectan severamente la salud y la calidad de vida en la región.
Kemira fabrica el temible veneno químico conocido como dióxido de cloro, el blanqueador que emplea la obsoleta planta de celulosa de Río Negro (ROU). Aunque los finlandeses y sus cómplices uruguayos siguen mintiendo que esta planta, que ya no podrían instalar en ningún país nórdico, emplea las B.A.T. – best available technology–
La amenaza que se yergue todos los días sobre nuestra región es enorme. porque el dióxido de cloro es un gas tan inestable que no resiste traslados sin grandes riesgos para el entorno de decenas de kilómetros.
Por las dudas recordamos lo ocurrido en circunstancias en que en BHOPAL -INDIA- colapsó una planta equivalente y mató más de 20.000 personas y provocó daños genéticos y hormonales en los sobrevivientes. Aún ahora, después de 35 años del accidente, la población sufre las graves secuelas: nacen niños con discapacidades físicas y psíquicas, ciegos y sordos. con enfermedades crónicas, problemas respiratorios, ceguera, cánceres y desórdenes hormonales.
(Wikipedia)
El desastre de Bhopal,
Ocurrió entre el 1 y el 3 de diciembre de 1984 en la región de Bhopal (Madhya Pradesh, India), se originó al producirse una fuga al aire libre de isocianato de metilo en una fábrica de plaguicidas propiedad de un 51 % de la compañía estadounidense Union Carbide12 (parte de cuyos activos fueron posteriormente adquiridos por Dow Chemical) y del restante 49 %, del Gobierno de la India. Dejando más de 25 000 muertos3 y 500 000 heridos.4 Se considera uno de los peores desastres industriales del mundo.56 Más de 500.000 personas estuvieron expuestas al gas de isocianato de metilo (MIC). La sustancia altamente tóxica se abrió camino hacia los pequeños pueblos ubicados cerca de la planta y sus alrededores.7
Las estimaciones varían sobre el número de muertos. La cifra oficial de muertos inmediatos fue de 2 259. En 2008, el Gobierno de Madhya Pradesh había pagado una indemnización a los familiares de 3 787 víctimas muertas en la liberación de gas y a los de 574 366 víctimas heridas.8 Una declaración jurada del gobierno en 2006 declaró que la fuga causó 558 125 lesiones, incluidas 38 478 lesiones parciales temporales y aproximadamente 3 900 lesiones graves y discapacitantes permanentes.9 Otros estiman que 8 000 murieron en dos semanas, y otros 8 000 o más han muerto desde entonces a causa de enfermedades relacionadas con los gases.10 La causa del desastre sigue siendo objeto de debate. El gobierno de la India y los activistas locales argumentan que la mala gestión y el mantenimiento diferido crearon una situación en la que el mantenimiento rutinario de las tuberías provocó un reflujo de agua en un tanque MIC, lo que provocó el desastre. Union Carbide Corporation (UCC) argumenta que el agua ingresó al tanque a través de un acto de sabotaje.
El propietario de la fábrica, UCIL, era propiedad mayoritaria de UCC, con bancos controlados por el gobierno indio y el público indio con una participación del 49,1 por ciento. En 1989, UCC pagó 470 millones de dólares (equivalente a 860 millones de dólares en 2019) para resolver el litigio derivado del desastre. En 1994, la UCC vendió su participación en UCIL a Eveready Industries La India Limited (EIIL), que posteriormente se fusionó con McLeod Russel (India) Ltd. Eveready terminó la limpieza del sitio en 1998, cuando terminó su contrato de arrendamiento de 99 años y entregó el control del sitio al gobierno del estado de Madhya Pradesh. Dow Chemical Company compró UCC en 2001, diecisiete años después del desastre.
Los casos civiles y penales presentados en los Estados Unidos contra la UCC y Warren Anderson, director ejecutivo de UCC en el momento del desastre, fueron desestimados y redirigidos a los tribunales indios en múltiples ocasiones entre 1986 y 2012, ya que los tribunales estadounidenses se centraron en que UCIL era una entidad independiente. de la India. También se presentaron casos civiles y penales en el Tribunal de Distrito de Bhopal, India, en los que participaron Anderson, director ejecutivo de UCC, UCIL y UCC.1112 En junio de 2010, siete ciudadanos indios que eran empleados de UCIL en 1984, incluido el expresidente de UCIL, fueron declarados culpables en Bhopal de causar la muerte por negligencia y condenados a dos años de prisión y una multa de unos 2 000 dólares cada uno, el castigo máximo permitido por la ley india. Todos fueron puestos en libertad bajo fianza poco después del veredicto. Un octavo ex empleado también fue condenado, pero murió antes de que se dictara la sentencia.