Desde hace muchos años alertamos y denunciamos que CARU, la Comisión Administradora del Río Uruguay tiene serios problemas. Su secretismo alarma. Su funcionamiento requiere de consensos permanentes, lo cual no sería malo si los intereses de las partes buscaran el bien común de ambos estados; pero es un riesgo serio si entran a jugar intereses solo empresarios, y una de las partes los toma como bandera de “desarrollo”.
Entonces las iniciativas corren el riesgo de estancarse cuando la parte receptora hace uso de su facultad “de tomar de conocimiento y la contestar en su debido momento”, que puede llegar a ser años cuando no hay interés de alguna de ellas en avanzar; o de lo contrario, que una parte avance sin esperar acuerdo, y desencadenar un conflicto como el de Ence y Botnia.
Pero:…¿qué pasa cuando se alinean los «intereses» de los funcionarios de ambos gobiernos, y lejos de converger en políticas de desarrollo y cuidado del bien a administrar, toman el de las empresas no nacionales, con banderas piratas de conveniencia, con intereses en la hidrovía?. Eso es lo que aconteció en estos cuatro años que pasaron. Y nos encontramos con situaciones, como un blanqueo total de lo actuado por UPM (ex Botnia), que hoy cuenta con un Digesto que la hace parecer una carmelita, aprobado por una delegación en retirada, entre gallos y medianoche.
Pero nuestras preocupaciones van más allá. Estamos convencidos que el gobierno de Entre Ríos no ignoraba del todo la modificación del Digesto, y que el silencio los incrimina seriamente. Que se alinea a su política de favorecer la venta de madera a pasteras, que hay complicidad al menos con parte de la delegación que estaría por nombrarse. Suena muy fuerte el nombre de un futuro asesor, que tuvo una nefasta participación en tiempos de García Moritan, e hizo todo lo posible leal y deslealmente para que la entonces pastera Botnia apareciera con muy avanzado tramite dentro de la CARU.
Que sepa el Sr. Rojas que desde Gualeguaychú le vamos a dar la resistencia que su pasado merece.
Pero esto no termina acá. La próxima semana habría plenario en Paysandú. La delegación nombrada por el gobierno de Macri sigue actuando con poderes y sin pudores. Nos preocupa el silencio de quienes van a reemplazarlos, que casi parece un aval a lo actuado y a lo que podrían aprobar. Porque el daño posible es mucho. Basta recordar que hay más de 20 años de “tomar conocimiento y responder en su debido momento”, que hace que cualquier disparate pueda aprobarse sin estar en el orden del día, y que nos enteremos cuando sea tarde. Porque no hay que olvidar que las actas solo son públicas si hay acuerdo de ambas partes.
Entonces, nadie en Cancillería Argentina mira para este lado y pone fin a este despropósito.? Hasta cuando los gobiernos entrerrianos, y sobre todo el de Bordet, seguirán haciendo políticas que desoyen la voluntad de defensa y presencia en nuestros ríos? Hoy la Delegación Argentina ante CARU no responde al interés del país, menos aún al gobierno nacional. El destino del Río Uruguay esta en manos de los intereses económicos extranjeros que nos están destruyendo