Desde siempre nos ha llamado la atención, que las autoridades del vecino país maquillen sus números macroeconómicos, sumando las exportaciones que hacen las multinacionales celulósicas nórdicas, desde los enclaves neocoloniales que tienen en Uruguay, a los que, elegantemente, denominan: «Zonas Francas». Y lo afirmamos con conocimiento de causa porque en primer lugar, esos montos conque Uruguay ‘infla’ mendazmente sus exportaciones, son sumados, como corresponde, en los países de bandera de estas empresas.
Recordamos que en las «Zonas Francas» no rigen las disposiciones impositivas de los países anfitriones, sino que, como son cedidas temporalmente a la soberanía de los países que las controlan, las exportaciones de celulosa se facturan en Finlandia y Suecia, se cobran allí por transferencias que se acreditan en sus bancos, sin siquiera pasar ni un instante por la banca local.
PERO LA DESTRUCCIÓN DE LA ECONOMÍA LOCAL, ACENTUADA POR LA ACTUAL GESTIÓN DE LACAYO POU, SE REFLEJA CON CRUDEZA, EN EL INFORME PUBLICADO EN https://www.uruguayxxi.gub.uy
(URUGUAY XXI) En setiembre de 2023, las solicitudes de exportación totalizaron US$ 938 millones, reflejando una disminución interanual de 9%. Esto marcó una leve desaceleración en la caída mensual de las exportaciones experimentadas este año.
Esto se atribuye a menores colocaciones de productos como soja, carne bovina, productos lácteos y celulosa. Los incrementos en las ventas de madera y productos de madera, arroz, subproductos cárnicos y vehículos contribuyeron a mitigar una caída más pronunciada.
En el acumulado del año, las exportaciones experimentaron una disminución de 18% en comparación con el mismo período del año anterior. Esto se explica principalmente por la constante reducción en las exportaciones de soja y carne bovina durante 2023, a la que se agregó una caída en las exportaciones de celulosa registrada en setiembre«