Las mega granjas de cerdos aniquilan las reservas de agua de Yucatán y atentan contra la soberanía alimentaria de los pueblos mayas.
Documental sobre megagranjas porcinas muestra cómo será el futuro de Argentina Se trata de «Una laguna negra», filmado en la Península de Yucatán, México. Allí operan 257 granjas porcinas que contaminan los cenotes, la única fuente de agua potable de la zona. Entrevista con sus realizadores.
Uno de los principales desafíos para el 2021 de las organizaciones ambientalistas en Argentina es evitar el acuerdo con china que prevé la instalación de granjas porcinas en el país.
La iniciativa, que surgió el año pasado, para producir y exportar carne de cerdo genera preocupación por el impacto que puede tener sobre el medio ambiente.
En ese contexto, el estreno de este documental mexicano cobra relevancia porque muestra lo que podría ocurrir en Argentina si estas granjas comienzan a operar.
Se trata de Una laguna negra, un documental estrenado ayer (disponible en la cuenta de Facebook Una Laguna Negra), que muestra la situación que viven los pobladores de la Península de Yucatán en México. Allí se instalaron 257 granjas en las que se crían cerdos para luego sacrificarlos y exportar su carne.
https://www.facebook.com/Una-laguna-negra-Documental-103774351657560
Una Laguna Negra El documental es una producción independiente que contó con el apoyo de la Comunidad Cinematográfica de Yucatán. PERFIL dialogó con su directora, Maricarmen Sordo, y con el periodista que realizó la investigación, Patricio Eleisegui, quienes explicaron cómo surgió la idea del proyecto y qué problemáticas existen en Yucatán. “Para Argentina, va a ser una película de terror futurista.
Lo que estamos contando acá, en cinco años lo vamos a estar haciendo en Argentina si no se para el proyecto de construir estas granjas”, indicó Eleisegui. «Hay teorías que dicen que el covid-19 empezó en una granja de cerdos en China» —
El miércoles, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, aseguró en una entrevista radial que “va a garantizar que se van a respetar todas las condiciones para no dañar el medio ambiente”.
¿Lo ven posible?
ELEISEGUI: Antes de empezar con este documental, seguí el acuerdo con China. Y me acuerdo de haber hablado con productores porcinos en Argentina y me decían que el modelo a copiar era el mexicano. Este es el modelo mexicano. Es insostenible porque depreda el medio ambiente, se apropia de los recursos, genera disputas en torno a la tierra, etc. Lo que hacen en Yucatán es una depredación total. Si es intensivo es imposible que no tenga impacto en el medio ambiente. Y es un modelo que se basa en el agua. Por lo tanto, en Argentina se van a instalar en lugar de fácil acceso al agua. Y acá en México lo que hacen es utilizar esos lugares, vaciar los recursos y cuando el agua ya está podrida del todo, se mudan a otro pueblo. Lo están negociando también en Uruguay. Cualquier lugar que les salga barato, lo van a utilizar. —
¿Qué ocurre en Yucatán con estas granjas?
E: Gracias a distintos estudios, uno hecho por Greenpeace, se sabe que hay más de 250 granjas en toda la península. Alrededor de 220 están en Yucatán, porque es la mayor reserva de agua que queda, y cerca de 40 están instaladas directamente en reservas naturales. O sea que desde el inicio violan todas las normativas que hay en cuenta a lo ambiental. También encontramos que han recibido permisos irregulares y habilitaciones provisorias. Es más, esta compañía tiene miles de cerdos, puede llegar a sacrificar dos millones de animales por año, y tiene el status de producción semi intensiva. En los papeles son catalogados como una granja pequeña o un productor chico. Beijing: una embajada clave, para un hombre de confianza de Cristina Kirchner
Una Laguna Negra
SORDO: La situación de contaminación es grave. Estudios hechos por Greenpeace muestran que hay contaminación en los cenotes (cavernas con agua cristalina que se filtran por el suelo y están conectadas entre sí) que sobrepasa lo permitido para el consumo humano. Son la única fuente de agua potable en Yucatán porque no hay ríos ni otras fuentes de agua potable. Si se contamina, como comienza a ocurrir, la situación se agrava. Y también hay problemas con cuestiones laborales ancestrales. Un ejemplo es la apicultura que en los últimos años se vio afectada por la llegada de esta empresa. Las poblaciones de abejas bajaron y también hay plagas de moscas que atentan contra la producción. Además, los vecinos ven que en las temporadas de lluvia cada vez es más difícil que se seque el agua y que cada vez cuesta más que las inundaciones se sequen.
E: Cuando hacen la instalación de la granja, se hace un desmonte total de la zona y comienza la utilización de agrotóxicos para controlar el crecimiento de especies locales. Después hacen una modificación total del ambiente. Con respecto a lo que dijo Maricarmen, ellos construyeron caminos internos y así cortaron el curso natural del agua, que se acumula mucho en la temporada de lluvias. Entonces ahora se inundan los pueblos todos los años. —
¿La empresa tomó alguna medida de seguridad con respecto al medio ambiente?
E: El principal foco de contaminación es la excreta del cerdo. Un cerdo más o menos defeca el 50% de lo que come y estamos hablando de cerdos que comen todo el día. Supuestamente iban a procesar todo esto en piletas con tamaños de canchas de fútbol donde, en teoría, luego obtienen agua pura. Pero la realidad es que se comprobó que no hicieron esto. Construyeron cañerías que se meten en la selva y tiran todo en el monte. Son miles y miles de litros que se descartan ahí todos los días y que generan un desastre ambiental.
—¿Es algo que podría ocurrir en Argentina?
E: Sí, claro que sí. Cuando empezamos con los primeros contactos pregunté cuál era el mensaje para Argentina. Y todos dijeron: “Por favor, eviten que se consoliden”. Porque una vez que la granja se instaló y empezó a aportar regalías a la caja política, no se va más. Lo que hay que evitar en Argentina es que se instalen. El modelo no es sustentable de ninguna manera. Es intensivo, a bajo costo y requiere grandes cantidades de agua. Y como toda empresa busca crecimiento todos los años. Por lo tanto, cada año la situación ambiental es peor. La realidad es que con el volumen de animales que trabajan, más de 15 mil por granja, hace imposible que sea sustentable porque la cantidad de residuos es inmanejable. No hay manera de reciclarlo y por otro lado a estas empresas no les importa hacerlo.
—¿Cómo surge la idea de realizar este documental?
S: Cuando se despertó la inquietud en Argentina por la producción de cerdos, Patricio comenzó a tener contacto con personas de Yucatán porque allí hay muchas granjas. Es una actividad muy importante con empresas muy poderosas como la que señalamos. Desde Buenos Aires, él empezó a tener llamadas con los vecinos de la comunidad de Kinchil y en ese momento yo estaba pensando sobre qué tema trabajar. Me pareció que era una buena oportunidad para visibilizar lo que ocurre. Es un problema que lleva varios años y que se acalla porque los vecinos ya hicieron denuncias pero no tuvieron respuestas. E: Hace tiempo que estoy en contacto con un periodista mexicano que se llama Robin Canul y que investiga los megaproyectos que se llevan a cabo en la Península de Yucatán porque es la última gran reserva de agua de México. Es una zona importante para la producción de transgénicos, de energía como la eólica y además están estas granjas. Cuando ocurrió el anuncio del acuerdo con China, recordé que el pueblo de Kinchil estaba sufriendo por estas granjas hace años y así llegamos hasta acá. Este pueblo es una de las bases de la empresa Kekén, que es la mayor exportadora de carne de cerdo de México e integrante de un conglomerado llamado Grupo Kuo cuyo dueño es un tipo que se sienta en la mesa de los presidentes mexicanos con Carlos Slim. Como para dar una idea de su poder.
(Fuente www.perfil.com).