¿Valdrá la pena referir, una vez más, que el glifosato provoca cáncer, malformaciones genéticas en fetos y otras graves dolencias? Consideramos que no, porque las comprobaciones de la ciencia que lo acreditan están los miles de juicios perdidos por Monsato/Bayer a lo largo del planeta por esta razón. Sin embargo la verdadera pus del cáncer no está en la substancia sintética que lo provoca, sino en el alma de quienes conscientemente lo aplican sobre desprevenidos y naturaleza, y que ahora celebran poder seguir envenenándonos impunemente.
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FUENTE: RADIO MÁXIMA
Las rurales celebran la legislación sobre aplicaciones
La Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos desea manifestar su satisfacción ante la sanción de la nueva ley que regula el uso de «fitosanitarios» (En realidad agroquímicos cancerígenos),en la provincia, ya que su antecesora data de 1980 y necesitaba una imperiosa actualización.
Esta entidad gremial ha venido bregando desde hace muchos años en la búsqueda de una ley moderna, consensuada y cumplible como la recientemente aprobada, ya que era insostenible seguir produciendo con una norma arcaica y puesta en jaque permanentemente por acciones judiciales, dejando al productor a la intemperie y sin certeza alguna cada vez que iniciaba una campaña.
Resulta necesario reconocer el compromiso del Poder Ejecutivo entrerriano que, cumpliendo su palabra, impulsó la ley en la Legislatura. Del mismo, corresponde destacar la tarea parlamentaria de los distintos bloques que comprendieron la importancia de producir con el respaldo jurídico correspondiente.
En rigor de verdad, la nueva ley que nace ha sido posible gracias al trabajo concienzudo, profesional y responsable de muchos sectores económicos, productivos, técnicos y sociales de la provincia, donde emerge la Mesa de Buenas Prácticas Agropecuarias como impulsora y depositaria de todas las opiniones recogidas. En el mismo sentido, es importante destacar que, entre esas voces, se consultó y se recibió el consentimiento de las máximas autoridades nacionales en materia de salud humana.
Por último, entendemos que esta norma marca un rumbo claro respecto de muchos temas vinculados o no a la producción agropecuaria: queda evidenciado que el camino del diálogo y los consensos terminan siendo imprescindibles y superadores para cualquier aspecto que las sociedades y la política deban enfrentar.
Prensa Farer