El fallo del Tribunal de la Haya, no por previsible deja de poner un gusto amargo en la boca y un ardor en los ojos.

Nunca pudieron engañarnos, intuíamos que este tribunal declararía un empate técnico.        Un tiron de orejas para cada uno, pero el monstruo seguirá  erguido vomitando tóxicos hasta que la voluntad de los ciudadanos se imponga.
El dios de la sociedad moderna no esta en el Sagrario, ni en la Meca, ni inscribe sus designios en la Torah.

Es una mostruosa hidra sin cabezas que devora todos los dias inocentes inermes, famélicos y envenenados, en un mundo de una inequidad intolerable, que repugna las buenas conciencias de los ciudadanos comunes.

El materialismo inhumano mostró en La Haya su rostro mas miserable.

No hay tratados incumplidos que valgan: el Capital no se toca.

Ridículamente pretenden enmascarar la monstruosidad que habilitan de ahora en mas en el Río Uruguay, afirmando con cinismo que «no contamina»  y aunque parezca mentira basan esta afirmación en que los parámetros de contaminación establecidos en 1975, cuando nadie imaginaba que vendrían estas empresas asesinas no estan sobrepasados.

Por supuesto que no hablan de los niveles de dioxinas, ni del mercurio y el resto de los metales pesados que arrjan hoy al rio ni de los mas de 70.000.000 de KG de dregs que estan enterrando en la costa Fraybentina, ni del ácido sulfídrico que arrojan al aire, y mas mucho mas….

Lógico, en 1975 nadie imaginaba que deberíamos controlar esas substancias.    Entonces como no figuraban en el inutil tratado, pero si otras cuyas emisiones y vertidos no han sido provocados ni aumentados por la planta, se atreven a concluir que no contamina-

Triste papel el de estos jueces de utilería, dar cobertura legal al modelo de sociedad global que condena a los paises pobres a serlo cada vez mas y a los países ricos a tomar por asalto nuestros recursos y nuestra naturaleza y despues usarnos como cloaca para recibir sus excretas.

Pero esta Gualeguaychú.

Aqui la gente no se engaña, no nos van atorcer el brazo, ni engatuzar con falsas promesas, ni ganar por cansancio.

La lucha continua hasta que Botnia y todas las industrias contaminantes se vayan del río Uruguay.

Pretenderan aislarnos, intentarán calumniarnos, cansarnos ó aburrirnos

PERO JAMAS LO LOGARÁN