Los intereses económicos que son afectados por las luchas de la sociedad civil que se resiste a ser envenenada a mansalva por el modo criminal de producir «alimentos» (SIC) obtenidos en base a la práctica comunmente conocida como agricultura industrial, en base a la dispersión masiva de tóxicos y venenos sobre el ambiente y la vida, va tomando un cariz cada vez más confrontativo. Mientras hasta los mismos países que producen y nos venden estos venenos anuncian la prohibición total y definitiva en sus territosios del uso de estas temibles substancias, (Leer: Alemania prohibirá totalmente el glifosato…) sus impulsores locales nos acusan de «demonizar» sus acciones.
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FUENTE: FeArCa. -Federación Argentina de Cámaras Agroaereas.
«La Federación Argentina de Cámaras Agroáreas (Fearca) junto con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) trabajarán en conjunto en defensa de la actividad. La estrategia consiste en atender todos los problemas de restricciones y/o prohibiciones del trabajo aéreo tanto en los municipios como en las comunas del país. Es primordial que los ambientalistas y la sociedad en su conjunto conozcan cómo es su trabajo, las responsabilidades que tienen, sus capacitaciones, etc.
Es importante destacar que, desde Fearca, “alentamos entre los aeroaplicadores de todo el país el cumplimiento de técnicas agroaéreas adecuadas y prácticas profesionales responsables para que la dispersión aérea de productos biológicos y químicos de uso agrario se produzca de forma inocua para el medio ambiente”, sostuvo el Presidente de Fearca, Mauricio Fargioni.
“no estamos en contra de la protección del medio ambiente, el hábitat, la ecología o la salud colectiva, por el contrario, estamos a favor de la tecnología agroaérea para cristalizar, de esa forma, el equilibrio entre producción y protección medioambiental”.
Por otro lado, la campaña de difusión social que lanzó Fearca hace cuatro años sobre “cambiar temor por conocimiento” tuvo logros positivos. “La misma fue el punto de partida para poner al descubierto las mentiras y falsedades que dispersan en la sociedad los críticos de la Aviación Agrícola, demostrando con fundamento científico el escaso o nulo impacto ambiental de nuestra actividad, así como el respeto del medioambiente que se logra a través de las Buenas Prácticas Agroaéreas”,