Quizás mas que decir que el planeta agoniza deberíamos pensar que lo que agoniza es la posibilidad de vida, especialmente la humana, en el planeta. Los procesos que hemos desatado los hombres, por acción u omisión pareciera son irreversiblas. El planeta seguirá orbitando alrededor del sol, pero en lugar de continuar siendo el Planeta Azul, pleno de vida, será una roca inerte más, envenenada y yerma, por la especie animal mas temible que engendró la naturaleza.
Aquí unas palabras de nuestro amado Eduardo Galeano:
Abril 22
Día de la tierra
Einstein dijo, alguna vez:
—Si las abejas desaparecieran, ¿cuántos años de vida le quedarían a la tierra? ¿Cuatro, cinco? Sin abejas no hay polinización, y sin polinización no hay plantas, ni animales, ni gente.
Lo dijo en rueda de amigos.
Los amigos se rieron.
Él no.
Y ahora resulta que en el mundo hay cada vez menos abejas.
Y hoy, Día de la tierra, vale la pena advertir que eso no ocurre por voluntad divina ni maldición diabólica, sino por el asesinato de los montes nativos y la proliferación de los bosques industriales;
por los cultivos de exportación, que prohíben la diversidad de la flora;
por los venenos que matan las plagas y de paso matan la vida natural;
por los fertilizantes químicos, que fertilizan el dinero y esterilizan el suelo,
y por las radiaciones de algunas máquinas que la publicidad impone a la sociedad de consumo.
Fuente: Galeano, E. (2011). Los hijos de los días. Siglo XXI