EL URUGUAY AUTORIZA ARROJAR 200 MILLONES DE LITROS DIARIOS DE AGUA CONTAMINDAD Y SE QUEJA QUE EL RÍO COMPARTIDO ESTA VERDE
Todos los días las plantas de celulosa finlandesas que operan en las zonas francas de Fray Bentos y Conchillas, en el vecino país, toman no menos de 200 millones de litros de agua del río que compartimos, (100+ millones, nos corresponden, pero jamás nos pidieron autorización para regalársela a las pasteras nórdicas), las utilizan en su proceso industrial y las devuelven al cauce contaminadas con substancias tóxicas y venenos; entre ellos el Endosulfan (BAYER), un producto prohibido en el mundo entero, pero que ilegalmente la nefasta compañía química sigue proveyendo clandestinamente en la región. El mecanismo es el siguiente: cuando SENASA prohibió la elaboración, formulación, comercialización y uso de los productos que contienen este principio activo, procedió a darle permiso a BAYER para que continuara comercializando, hasta “agotar stock”, esta droga, para que no tuviera ‘perjuicios económicos’ (SIC). Hoy, una década después, continúa apareciendo en el efluente de UPM -BOTNIA-, lo que habla claramente del cínico manejo de esta empresa química.
Solo para darse una idea de la magnitud, si ese volumen de agua fuera transportado en camiones cisterna, la cola, ubicándolos uno inmediatamente detrás del otro, sería de más de 100 kilómetros. Y eso todos los días
El agua que vierten las celulósicas al Río Uruguay, que compartimos, además, esta contaminada con clorados, veneno universal, que liquida todo lo que toca; altas carga de fosforo, entre otras substancias letales para la vida, y como si esto fuera poco a una elevada temperatura, lo que magnifica el efecto aniquilador del efluente sobre la biota del río.
LA NOTICIA:
Y esto es sin que haya comenzado a operar la nueva megaplanta de celulosa en Tacuarembó (Rou), que contribuirá con no menos de 100 millones de litros más al cauce del Uruguay, vía los efluentes del Río Negro.
La alerta que de la Udelar hoy no es ni más ni menos que la verificación histórica de la denuncia que se anticipó en el único EIA -Estudio de Impacto Ambiental-, previo a la instalación de la planta de Fray Bentos, dirigido por un concordiense, el Dr. Héctor Sejenovich, en el que colaboraron, entre otros el los Dres. Daniel Panario, en ese entonces decano de la Facultad de Ciencias de Udelar, y el BQ. (Dr.) Leónidas Carrasco-Letelier, Investigador del INIA, en el que se anticipaba lo que está ocurriendo en la actualidad.
El gobierno uruguayo y los científicos a sueldo de las celulósicas, como era de esperarse, en el diagnóstico no hablan de las plantas de celulosa, solo le ponen, en exclusividad, la culpa a la agricultura, que obviamente tiene parte de la responsabilidad. Por lo tanto, esta confirmado que el problema se seguirá agravando
El proceso, al menos en términos de la presente generación, es irreversible, así que, y solo al efecto que quede registrada para el futuro, la miseria moral de los gobernantes actuales, anticipamos que así como en la actualidad, en temporada de verano, ya se deben clausurar muchas playas sobre el Uruguay, por la presencia de las mortales cianobacterias, en el futuro este drama alcanzará incluso a todos los distritos de la costa uruguaya, dado que ya están llegando a las costas de Rocha (Rou)