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En el marco de la conmemoración de la Revolución de Mayo, el embajador argentino en Montevideo, fue consultado por la prensa sobre la eventual instalación de la segunda planta de celulosa de UPM en la ribera del río Negro.
“Somos muy respetuosos de una planta de celulosa que se haga en territorio uruguayo”, aclaró el diplomático.
De todos modos, manifestó la necesidad de poder “monitorear los ríos para no generar una contaminación al pueblo uruguayo y tampoco al pueblo argentino”.
Aclaró que los controles van más allá de monitorear la calidad de las aguas, sino también del aire y la tierra ante posible episodios de contaminación. Por ello remarcó que sería importante crear un laboratorio binacional que controle la calidad del medio ambiente.
Reafirmó que tal propuesta no significa una oposición a la planta, y aseguró que así se lo hizo saber el presidente Mauricio Macri a su par uruguayo, Tabaré Vázquez.
Diálogo fluido
Montenegro destacó que el diálogo entre ambos mandatarios es “muy fluido”, dijo que “tienen un muy buen trato y ello hace que fluyan las relaciones diplomáticas”.
Expertos de la Facultad de Ciencias aseguran que se deberá tener cuidado porque el río Negro no es tan caudaloso como el río Uruguay y la instalación de UPM II puede traer consecuencias severas.
Ante ello, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, dijo a LARED21 que “se le está dedicando bastante tiempo a las condiciones medio ambientales”.
“La planta estará rigurosamente controlada. En comparación con ríos finlandeses, el río Negro es enorme y con gran caudal. La tecnología evolucionó y no hay riesgo”, sentenció Rossi.