El papel de la celulosa
¿Qué impacto real tuvieron las papeleras en el empleo, salud y la forestación en Uruguay?
Analizamos los resultados del primer estudio independiente de impacto social de las plantas de celulosa con el sociólogo Daniel Pena. Los datos no reflejan los empleos supuestamente generados.
FUENTE:montevideoportal.com / Por Leticia Pérez
Este viernes se presentarán los resultados de una investigación sobre el impacto socioterritorial de las plantas de pasta de celulosa en Fray Bentos (UPM) y Conchillas (Montes del Plata), la primera que no es contratada ni por el Estado ni por las empresas.
Montevideo Portal pudo acceder a algunos de los resultados más relevantes a partir del diálogo con el sociólogo Daniel Pena, uno de los autores de trabajo.
La investigación fue realizada por Daniel Pena y la educadora popular Soledad Recoba durante todo el 2019, bajo la coordinación del antropólogo Javier Taks, con fondos de la Fundación Rosa Luxemburgo y el apoyo de la Casa Bertolt Brecht.
Implicó la realización de 65 entrevistas a referentes de ambas localidades e informantes calificados, y revisiones bibliográficas y documentales que buscaron ordenar y contrastar información dispersa y en ciertos casos contradictoria, señalan los autores.
En algunas áreas, por ejemplo en salud, el dato más relevante es que a más de 10 años de la instalación de la primera planta no hay información de impacto, señaló Pena. «El manejo de los datos es parte, también, del problema que queremos señalar», dijo.
En primer lugar, eso ocurre en relación a la generación de fuentes de trabajo.
Según datos del BPS, consigna la investigación, la cadena forestal se mantuvo estable entre 2007 y 2018: hubo un aumento de 1.700 trabajadores para llegar a 17.000, principalmente en la industria mecánica, no en la pasta de celulosa ni en la silvicultura dedicada a la pasta de celulosa.
No se reflejan los 6.000 empleos -incluidos los inducidos- que en 2016 Montes del Plata declaraba haber generado. Tampoco los que prometía UPM en 2003 en un boletín que la finlandesa entregaba puerta por puerta a los vecinos de Fray Bentos. Allí señalaba que la planta industrial en sí emplearía a unos 300 trabajadores pero «el número de empleos nuevos creados en el sector forestal y otros que sean proveedores directos será cercano a 5.000».
Reafirmando esta idea, a partir de la ECH (Encuesta Continua de
Hogares), se constató que en Fray Bentos -por el alcance de los datos no
fue posible hacer el análisis para Conchillas- no hubo impacto en la
tasa de desempleo, que incluso aumentó en la población joven.
El
problema es discursivo, explicó el sociólogo: «Es legítimo cuando (la
empresa) dice ‘nuestra cadena emplea a tantas personas’, lo que se pone
en duda es cuando dice ‘la planta de celulosa va a generar tantos
puestos de trabajo'».
«La cadena forestal crece y se consolida entre 1995 y 2006. Lo que
hacen las plantas de celulosa es poner el moño. Antes se exportaban
rolos y se chipeaba, ahora se exportan rolos a las zonas francas de las
empresas y estas producen la pasta de celulosa que venden a otros países
donde se produce papel, cartón y otros derivados», agregó.
En
tanto, análisis efectuados por Cooperativa Comuna -cooperativa de
trabajo integrada por investigadores de las ciencias económicas- señalan
que en la fase silvícola, la evolución de los puestos de trabajo viene,
incluso, disminuyendo desde 2007.
La explicación está en la mecanización, afirmó Pena. «Lo que cambia a partir de la instalación de las plantas es que la ruralidad dispersa pierde acceso al mercado ya que las cuadrillas de trabajo quedan en manos de grandes empresas de capitales departamentales o de Montevideo. La contracara positiva es una mejora importante en las condiciones de trabajo de los monteadores».
Insumos para discutir
El investigador también señaló que las empresas nunca pararon de
expandir el área forestal ni se sabe exactamente cuánto han plantado
fuera de las áreas prioritarias (de productividad baja, según el índice
Coneat).
Según datos de Presidencia, en total hay unas 238.0000
hectáreas forestadas en áreas no prioritarias, lo que representa casi un
cuarto de la forestación. Varios gobiernos departamentales aprobaron
reglamentaciones locales para limitar la actividad, lo que indica que
hay preocupación, apuntó el sociólogo. «Por ejemplo en Cerro Largo no
puede haber ninguna plantación fuera del área prioritaria. En Colonia se
topeó la forestación a 100 hectáreas para cualquier tipo de suelo, si
te pasás tenés que pedir excepcionalidad ante la Junta; Montes del Plata
ya pidió dos».
Tampoco existe un cálculo sobre el saldo en puestos de trabajo que implica el avance de la forestación, que implica perdida en otros ámbitos, como la ganadería extensiva.
Por otra parte, uno de los aportes sustanciales del trabajo, en el caso de que haya interés en discutir sobre las zonas francas, es la ganancia neta de las empresas. Según información pública, en 2018, la ganancia neta para UPM fue de 388 millones de dólares y de 277 para Montes del Plata. Solo por exoneración del IRAE entre los dos emprendimientos el Estado resignó 155 millones, el equivalente a prácticamente el presupuesto del MEC, casi la mitad del del Mides y un tercio de la Udelar, indicó Pena.
La reestructura del MHN Casa Evans, uno de los aportes de Montes del
Plata a la comunidad de Conchillas, costó casi la mitad de lo que la
empresa debería haber tributado por IRAE por día, si no estuviera en
Zona Franca. Con 15 días de tributo se hubieran cubierto los cuatro
millones de dólares aportados por UPM a Utec para la construcción del
Instituto Técnico Regional, en el predio del ex frigorífico Anglo,
señaló.
Falta información
«A 12 años de instalada la primera planta no se cuenta con investigación pública sobre sus impactos en la salud humana. En Fray Bentos la percepción es que aumentaron los casos de cáncer en personas jóvenes, pero los referentes de salud plantean que no tienen registro de ese aumento en términos comparativos», señaló el sociólogo.
«Hubo solo una investigación que comparaba la incidencia de enfermedades respiratorias cuyos resultados preliminares eran positivos para Fray Bentos, pero no se finalizó. El MSP dice que no tiene recursos para investigar, que depende de que la Udelar genere investigación. Algunos académicos nos plantean que cuando han presentado proyectos que vinculan uso de agrotóxicos perciben ciertos bloqueos, no son financiados por la ANII (Agencia Nacional de Investigación e Innovación ni por la CSIC (Comisión Sectorial de Investigación Científica)», indicó.
Salud y algo más
Por otro lado, durante la fase de construcción, los referentes en Salud de ambas localidades confirmaron un aumento de las enfermedades de transmisión sexual, principalmente en Fray Bentos donde, a diferencia de lo que pasó en Conchillas, se alojó la mayor parte de la mano de obra.
También señalaron un crecimiento de la prostitución formal y una intensificación de la actividad de las redes de explotación y trata. En el caso de Conchillas, hay relatos que indican que la prostitución llegaba en remises a uno de los establecimientos habitacionales donde se alojaban los trabajadores. Se denunciaron casos de explotación de menores, y algunos no tuvieron las respuestas esperadas, indica el trabajo. «Es un tema tenso, costó mucho el relevamiento», señaló Pena.
Por otra parte «el Estado no exige planes de monitoreo a las plantaciones autorizadas antes de 2005, teniendo en cuenta que los primeros dos años las plantaciones forestales utilizan fertilizantes, herbicidas y hormiguicidas, muchos de ellos catalogados como potencialmente cancerígenos por agencias ambientales de EEUU y la UE», señalan los resultados de la pesquisa.
«En 2015 Montes del Plata fue multada por excederse en contaminantes del agua; desde ese año no se publicaron los informes de seguimiento, luego de la presentación de los resultados de la investigación en Conchillas la empresa publicó el documento de 2017. Pero no se publicaron los informes que corresponden a Dinama ni las actas de la comisión (…) En el caso de UPM, los informes de 2010 a 2017 registran excesos en algún parámetro de emisiones de agua o aire, algunos sancionados. Tampoco se publicaron resultados posteriores», concluyó.