Batalla legal sin precedentes por la segunda planta de UPM
A las implicancias ambientales, sociales y económicas de la planta de celulosa en el río Negro, se suman inéditos cuestionamientos constitucionales y legales
FUENTE:sudestada.com.uy/
Víctor L. Bacchetta
Desde la firma pública del llamado Contrato ROU-UPM, el 7 de noviembre
de 2017, por tres funcionarios de la Presidencia de la República y la
multinacional finlandesa, se ha generado una sucesión de impugnaciones
legales sin antecedentes en Uruguay. El comienzo fue el cuestionamiento
de ese acto oficial y siguió a medida que se fueron conociendo las
consecuencias de su implementación.
La polémica se inició con la propia denominación de «contrato» a un
documento que sólo es una sucesión de compromisos asumidos por una de
las partes, el gobierno nacional, en nombre del Estado uruguayo,
mientras la empresa UPM queda libre de responsabilidad si decide hacer o
no la inversión. Al cabo de cierto tiempo, desde la misma Presidencia
de la República se pasó a hablar del «acuerdo».
Se cuestionó también que tales compromisos fueran firmados por unos
funcionarios y no por las autoridades responsables, sobre todo el
presidente Tabaré Vázquez. Luego se supo que existía una resolución del
Consejo de Ministros aceptando el acuerdo y facultando a esos
funcionarios a firmarlo. Sin embargo, dicha resolución (R. 152/017) no
ha sido publicada hasta el día de hoy en los medios oficiales.
A partir de allí, los cuestionamientos abarcaron prácticamente todo el
contenido del acuerdo firmado por el Poder Ejecutivo y habilitaron
acciones previstas en el orden legal vigente. Pero la urgencia del
gobierno por concretar la inversión ha llevado a nuevas transgresiones
de los procedimientos vigentes para la autorización de los proyectos y
éstas son la base de nuevas impugnaciones legales.
Las acciones van desde alegar el carácter inconstitucional e ilegal del Contrato ROU-UPM hasta el cuestionamiento de varias decisiones posteriores del Poder Ejecutivo, principalmente del Ministerio de Transporte y Obras Pública (MTOP) y el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), a lo que se suman los gobiernos departamentales implicados en partes del proyecto.