EL RESPETO A LA VOLUNTAD SOBERANA
Todas las estrategias se han utilizado para demostrar la crueldad del modelo de apropiación de recursos naturales instalado en nuestra región por los intereses celulósicos nórdicos; a pesar de esto continúan su avance sobre nuestra realidad, en la que ya controlan dos millones de hectáreas.
Todo nuestro esfuerzo no ha sido suficiente para frenarlos, por el contrario, por la nueva realidad política de nuestro país han redoblado el ataque abusando de todos los medios que disponen, que son muchos, para derrotarnos definitivamente en nuestro intento de proteger nuestra naturaleza, nuestra salud, nuestros intereses, nuestro futuro y el de nuestros hijos, por parte de estos capitales devastadores que arrasan con todo y con todos, en su inmisericorde afán de maximizar ganancias.
Incluso han logrado hacer cómplices a las autoridades y a la legislatura de nuestra provincia, con el proyecto de derogación de la ley 9.759, que habilitaría el ingreso a la apropiación masiva de nuestras tierras con aptitud forestal y a nuestra materia prima proveniente de las plantaciones industriales locales con el desastre económico y social que esto significa por la amenaza que se cierne sobre más de doscientas industrias del sector que quedarían desabastecidas y la concentración de la riqueza en manos extranjeras que las pondrían al servicio de sus planes nefastos.
En nuestro vecino Uruguay, el avasallamiento despiadado de estos intereses se expresa con mayor crueldad aún, si esto es posible. La economía languidece al ritmo de un plan neoliberal que impensadamente ha sido impulsado para una divisa política que otrora presumió de progresista, la alianza Frente Amplio, y que a lo largo de los tres períodos que ha tenido el control del gobierno, se ha mostrado como la más celosa defensora de los intereses económicos foráneos que están enajenando los recursos naturales del país d los charrúas.
En esta etapa final del segundo gobierno de Tabaré Vázquez, el gobierno finlandés ha advertido la desesperación del actual presidente por maquillar su final de gestión con la actividad circunstancial que generaría la construcción de una nueva planta de celulosa y lo presiona al ejecutivo local para que le conceda más privilegios impositivos que los que hasta ahora tienen eximiéndola del impuesto al patrimonio, lo que no deja de ser una grosería excesiva, por los ya extraordinarios beneficios impositivos de que gozan.
Pero quizás el exabrupto mayor de los finlandeses sea la exigencia de que se les autorice a atravesar, para ahorrar costos de fletes, la ciudad de Montevideo con más de una docena de convoyes ferrocarrileros diarios, con treinta vagones de carga cada uno, hasta llegar a la zona de embarque del puerto de Montevideo.
Para que nuestros lectores tomen dimensión de la pretensión, sería como que la ciudad de Buenos Aires permitiese bajar trenes cargados, durante todo el día, todos los días, por la Av. Corrientes hasta el puerto capitalino. O bajaran por la 18 de julio de Montevideo y a traves de la Ciudad Vieja llegaran al puerto. Una pretensión que de solo enunciarla se cae sola por su desmesura.
Aquí exigen cosas que en sus países de origen serían consideradas irracionales y absurdas, pero que frente a la cómplice debilidad de las dirigencias locales aparecen como posibles.
La Marcha al Puente en rechazo de este modelo económico, protagonizada por el pueblo de Gualeguaychú ayer domingo 30 de abril, ratificó una vez más su convicción irrenunciable por la defensa de la naturaleza y la vida regional. Esperemos que las autoridades locales tomen debida nota y alineen sus proyectos con la voluntad soberana.