UPM (BOTNIA) DETERMINA A VOLUNTAD LA MATRIZ PRODUCTIVA DE URUGUAY

La multinacional finlandesa UPM (BOTNIA) avanza en el control de las tierras fértiles de Uruguay hasta niveles exasperantes imponiendo otro cultivo que operará como una nueva aspiradora de fertilidad, agua y riqueza que sumará al saqueo de más del 10% de su territorio que acciona a través de la producción de rollizos para pasta de celulosa.

Vale la pena recordar que las iniciativas impulsadas por UPM (BOTNIA) no estan inspiradas en el progreso del Uruguay sino en cosechar las mayores ganancias posibles en el menor tiempo posible y al menor costo posible.

Y esto lo habilita el Frente Amplio que la exime de TODOS los impuestos con los que grava a los locales y además hace la vista gorda de todos los pasivos ambientales de las actividades de estas empresas cargandolos en la cuenta de las futuras generaciones de Charrúas que tendrán que pagarlos  sin haber sido consultados.

 

El nuevo cultivo exclusivo que planea traer UPM a Uruguay

 La multinacional UPM amplía su presencia promoviendo un cultivo para producir biocombustible que, al ser un cultivo de invierno, se complementa con la soja transgénica y los restantes de verano
FUENTE: sudestada.com.uy por Carlos Pérez Arrarte y Víctor L. Bacchetta (*)
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La novedad en el sector agropecuario uruguayo es la promoción de un nuevo cultivo de la especie vegetal Brassica Carinata, que podría llegar hasta 300 mil hectáreas plantadas. Las funciones de adaptación del cultivo a las condiciones locales, así como los incentivos y el financiamiento de la producción, cosecha y comercialización, han sido estudiados y son provistos por UPM, la mayor productora de celulosa en el país.
En el primer semestre de 2018 se realizaron conferencias de prensa, presentaciones en revistas y foros especializados donde se señaló que la Brassica Carinata puede constituir una nueva y ventajosa alternativa a los cultivos de invierno –actualmente limitados a trigo, cebada y colza- porque brindaría ingresos adicionales a los agricultores, sometidos actualmente a inviernos muy variables y riesgosos para sus empresas.
Como grupo industrial maderero de larga historia, UPM realiza investigación tecnológica y planificación a largo plazo. La rama UPM Biofuels ha ido adquiriendo mayor importancia dentro del grupo por el desarrollo de tecnologías para la producción de biocombustibles a partir de los residuos de la celulosa e incluso el 100% de la madera y, desde hace 10 años, está volcada hacia los biocombustibles de segunda generación.
«Los biocombustibles son un negocio nuevo e innovador para UPM que representa una importante iniciativa estratégica para la compañía. Nuestra ambición a largo plazo es ser un actor importante en los biocombustibles avanzados, y aumentar la importancia de este negocio dentro de la compañía», expresa la multinacional en su página web. «UPM liderará la integración de la industria biológica y forestal hacia un futuro más sostenible», agrega.
Biocombustibles avanzados o de segunda generación son los producidos con residuos de cultivos, subproductos de las industrias alimentaria y forestal o cultivos específicos. La diferencia con los primeros es que no son elaborados a partir de cultivos destinados a la alimentación y lo hacen en terrenos no agrícolas o marginales. De esta manera se liberan de la crítica de estar sustituyendo alimentos por carburantes.
UPM se define pionera en biocombustibles para combatir el cambio climático. «Producidos con materias primas renovables de fuentes no alimentarias, nuestros combustibles (…) ya están disponibles para satisfacer la necesidad actual de reducir las emisiones del transporte. Nuestros biocombustibles avanzados están siendo utilizados por clientes en Finlandia, Escandinavia y la Unión Europea», afirma la presentación oficial.

El plantío de grandes extensiones de Brassica Carinata planeado por UPM Biofuels en Uruguay tiene implicaciones de gran magnitud. Una empresa que dispone de beneficios especiales como UPM puede ofrecer condiciones más ventajosas que otras del ramo y, al no estar plantándose en terrenos marginales, como se supone que debería ser, sino en zonas agrícolas, puede determinar el desplazamiento de otros cultivos.
Por otra parte, al ser un cultivo complementario de los de verano, establece una alianza natural entre UPM y los productores sojeros. Las implicaciones de este hecho van desde los impactos ambientales y sociales resultantes de un espaldarazo económico para los cultivos de soja transgénica, hasta el reforzamiento del peso de la multinacional en el país, al ampliar significativamente sus territorios y ganar nuevos aliados.
Desde hace cinco años, en el marco de un convenio entre la Universidad de Florida, la empresa canadiense Agrisoma, el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA), del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), la Estación Experimental Mario A. Cassinoni (EEMAC), de la Facultad de Agronomía y UPM, el cultivo de Brassica Carinata viene siendo estudiado para ajustarlo a las condiciones locales.

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