UNA CARTA DESDE PARAGUAY

ESTO NO PUEDE SEGUIR ASÍ –

Soy Roberto Almiron, nacido en Asunción del Paraguay, médico y empresario de clase media (entiéndase sin apremios ni abundancias).

Me siento absolutamente indignado por el contenido de un email que recibí desde la Argentina, que es fiel reflejo de lo que ocurre en Paraguay y la región (ojala existan mas periodistas con coraje y compromiso que se animen a denunciarlo como Mempo Giardinelli).

Es muy difícil contenerse ante tan impactantes imágenes y relatos sobre las consecuencias del monocultivo de Soja en la vida de los pueblos campesinos e Indígenas, y con un nudo en la garganta digo que ante estos hechos no podemos ser indiferentes. Ese email fue tan expresivo y claro que se los enviare en otra oportunidad (tratare de disminuir su tamaño).

La situación Paraguaya es exactamente similar o peor aun.

Yo como muchos, sueño que mi país alcance también su desarrollo económico sostenible , no me considero ideológicamente radical -sic-, ni mucho menos un xenófobo anti Brasiguayo (Colonos Brasileros que viven en Paraguay).

No me considero un especialista en ecología, y quizás emitiré algunas apreciaciones no muy correctas que espero me puedan tolerar.

Pero.. «Como muestra vale un botón». aquí les relato un «botón» que viví personalmente (ni me imagino lo que será el Chaco Paraguayo).

Viajo muy poco fuera de de la Ciudad de Asunción, pero por temas laborales me toco recorrer por varios días los lugares mas recónditos del Dpto. de Alto Paraná de la República del Paraguay, EL PAÍS QUE TAMBIÉN ME DUELE.

Allí encontré una realidad que superó formidablemente los que leía, escuchaba y veía por todos los medios de comunicación.

Allí la deforestación y su reemplazo por la soja mecanizada es casi total, apenas sobreviven las reservas naturales bajo cuidado de la represa Itaipu Binacional (Brasil-Paraguay)-ver foto entrada a reserva biológica de Limoy.

Allí no solo arrasaron con la flora y la fauna, sino también con las poblaciones rurales, con sus pueblos y su cultura.

Se ve en las fotografías que mirando al horizonte ya no se ven casi arboles, ni casas, ni iglesias, ni escuelas, solo ese monótono paisaje de la «alfombra sojera» que como hongo incontenible devora todo a su paso, solo se yerguen cada tanto los portentosos graneleros.

No puedo olvidar el momento cuando nos quedamos a tomar fotos de lo que alguna vez fue un tranquilo pueblito campesino que uno de nuestros guías conoció (dijo que tenía iglesia, escuela y muchas casitas), allí solo dejaron el cementerio que fotografiamos (Esto mismo encontramos en otros pueblitos desaparecidos «fantasmas»-ver fotos)

En una expresión cuasi cómica (para distender la tensión) dije al guía «Bueno.. Por lo menos respetaron el cementerio» me respondió… «Nooooo. vos estas parado sobre tumbas.. Esas sojas están abonadas con las cenizas de nuestra gente. solo respetan diminutos pedazos de tierra de tumbas aun visitadas y siembran por encima del resto».

Recuerdo que la indignación de nuestro guía se convirtió en lágrimas que prontamente se contagio en todos los presentes.

Como no indignarse al saber que uno de los bosques biológicamente mas importantes del mundo (BOSQUE ATLÁNTICO – , un verdadero «Arca de Noé», en algunas décadas se convertirá en ÁRIDO DESIERTO, ya sin lluvias (cortan el ciclo del agua), sin vida animal y sin árboles (cortan el ciclo de carbono), para agravar el calentamiento global que hoy ya casi nos sofoca y amenaza con destruir toda vida sobre el planeta.

Todos reconocen que hay muchos colonos BrasiGuayos, sean empresarios comprometidos o trabajadores respetuosos y solidarios, que ya se siente parte de esta tierra, viven aquí, son responsables con el medio ambiente, ya tienen hijos paraguayos y aman la patria y la naturaleza igual o mas que nosotros. Ellos tienen aprobación de la gente, son siempre bienvenidos y respetados, es mas, ELLOS MISMOS YA SE SIENTEN «PARAGUAYOS».

Pero, que acto de TRAICIÓN A LA PATRIA Y LA HUMANIDAD es permitir, que pedazos de paraíso terrenal sean entregados a empresarios que viven a miles de kilómetros en San Pablo – Brasil (apoyados por el efectivo expansionismo geopolítico de Itamarati «INVASIÓN PACIFICA») inmutables ante los daños irreversibles que causan sus sistemas de explotación desmedida de la tierra, solo desean rentabilidad a costa de incumplir hasta las normas mas mínimas de protección del medio ambiente y la Nación (Ni siquiera conservan los 25% de bosques en estado natural, ni la prohibición de vender a extranjeros tierras a menos de 50 km de las fronteras, ambos hechos alevosos y fácilmente comprobables). Estos deberían saber que «LA SALUD Y LA VIDA NO SON NEGOCIABLES».

Como no indignarse con estos inversionistas (La mayoría Brasileros pero los hay de todas las naciones, también Paraguayos lógico) que para adueñarse de las tierras mas productivas del mundo para la soja expulsan a nuestros humildes compatriotas de mil maneras, lo hacen QUITÁNDOLES EL TRABAJO contratando exclusivamente campesinos brasileños (la mayoría migrantes ilegales, adiestrados para actuar como XENOFOBOS ANTI PARAGUAYOS). Encima traen sus maquinarias agrícolas, repuestos, lubricantes y combustibles de contrabando sin pagar impuestos en Paraguay (lógicamente casi toda la ganancia multimillonaria va a San Pablo-Brasil).

Si esto no funciona los FUMIGAN CON AGROTOXICOS por cielo y tierra, esto los enferma, deforma sus hijos y los mata de a poco.

En la primera estrategia los ASFIXIAN SOCIOECONOMICAMENTE y luego van directo a ATENTAR CONTRA SUS VIDAS, Ante la ausencia de justicia e instituciones que los protejan lógicamente terminan rematando sus chacras y migrando a vivir miserablemente en los asentamientos periurbanos.

Nos dijeron que dentro de estos beneficiados (nuevos ricos) hubo autoridades y funcionarios de muchas instituciones (Fiscalía de medio ambiente, Ministerios, Aduana, Policía, etc) que volvían con sus maletines llenos de dólares.

Por último, no comparto la conceptualización de las tantas personas ilustradas y bien intencionadas que todavía insisten en llamar «progreso y desarrollo» al monocultivo mecanizado de soja (en la forma actual que se la realiza).

Considero que no puede llamarse «progreso» o «Desarrollo» a lo que trae consigo desplazamiento, desertización, destrucción, enfermedad, dolor y muerte de muchas mas personas que las que se benefician de ella.

Lamentablemente muchos Políticos, Empresarios y hasta Periodistas insisten en defender esta posición (quizás no conscientes de la realidad que es mucho peor cuando se lo constata con los propios ojos).

A ellos/as invito a organizar un tour por aquellos lugares del Alto Paraná y estoy seguro que al volver nos pondremos de acuerdo en que, aun estando a favor de la seguridad jurídica, la inversión, la producción, el desarrollo (y yo particular defensor de la economía social de mercado , la explotación de la soja en estas condiciones NO ES SOSTENIBLE NI SUSTENTABLE, pues si bien beneficia a la macroeconomía (pero no redistributiva) NO ES COMPATIBLE CON LA FLORA, LA FAUNA, LOS ECOSISTEMAS, LA GEOPOLÍTICA, LA DEMOGRAFIA, LA NACION, LOS SERES VIVOS SOBRE LA TIERRA.

Basta con solo citar que en 1952 el Paraguay tenía una reserva forestal de mas de 52 millones de has. y en el 2010 tenemos menos de 1,7 millones de has de bosques.

Me permito una reflexión final a través de un adagio ecologista . «Cuando se corte el ultimo árbol, cuando se mate el ultimo pez y solo cuando se envenene el ultimo rio, el hombre se dará cuenta que no puede comerse el dinero»

Saludos cordiales

Roberto Almiron Riveros

C.I. 987.969

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