FUENTE: elpais.es

El Ayuntamiento de Madrid tiene previsto construir el próximo año la primera escuela municipal de agroecología urbana. Será un espacio de formación, con prácticas incluidas, cuyo objetivo será concienciar sobre dietas, nutrición y desperdicios alimentarios. La escuela contará con un espacio de 10.000 metros cuadrados de extensión, en su mayor parte destinados a huertos. La puesta en marcha de esta iniciativa se enmarca en la Estrategia de Alimentación Saludable, resultado de la adhesión de Madrid al Pacto de Milán de la FAO.

La creación de una escuela municipal de agroecología urbana es una de las medidas recogidas en la Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible para Madrid 2018-2020. Todavía se desconoce el coste de la iniciativa, si bien la hoja de ruta municipal plantea que el nuevo instituto comience a construirse el próximo año en San Fermín (Usera), aunque esta fecha coincida con las próximas elecciones municipales, que se celebrarán en mayo de 2019. El objetivo del nuevo centro será fomentar el consumo de productos ecológicos.

En 2019, el Ayuntamiento también quiere llevar a cabo el plan de prevención y abordaje de la obesidad infantil y la inseguridad alimentaria en 19 centros educativos de cuatro distritos de Madrid (Carabanchel, Usera, Puente de Vallecas y Villaverde). A finales de este año, además, el ejecutivo que lidera la alcaldesa, Manuela Carmena, abrirá tres espacios de consumo sostenible en los distritos de Fuencarral, Centro y Moratalaz, que pivotarán sobre la sensibilización y la educación en materia de alimentación.

A la vez, el Consistorio recordó este viernes que ha abierto una planta del mercado de Vallehermoso a productos ecológicos y de proximidad. Y presumió de la red de huertos urbanos de Madrid, que en este momento suma más de medio centenar, así como de los huertos escolares, implantados en más de 160 centros educativos, cuyo objetivo es avanzar hacía el «consumo sostenible». Se trata de un planteamiento que «tiene que ver con la supervivencia en el planeta porque no hay un plan b», afirmó el concejal de Coordinación Territorial, Nacho Murgui.

Con este proyecto, el Ayuntamiento quiere cumplir con los compromisos adquiridos en octubre de 2015 en el pacto de Milán, acuerdo auspiciado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y firmado durante la Exposición Universal en la ciudad italiana. El acuerdo exige a las más de cien ciudades firmantes un compromiso con «desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados», con el fin de «reducir los desperdicios de alimentos y preservar la biodiversidad».

La alcaldesa incidió este viernes en la importancia de avanzar hacia una mayor solidaridad de las ciudades en el ámbito de la alimentación. «Quiero que Madrid sea por encima de todo una ciudad solidaria», afirmó la regidora, quien recordó el compromiso asumido ante Naciones Unidas en nombre de la ciudad de hacer una evaluación continua de cómo Madrid va cumpliendo con los objetivos los Objetivos de Desarrollo Sostenible, fijados por las Naciones Unidas.

Carmena sostuvo que «las generaciones que hemos vivido en el desarrollo y en la abundancia tenemos una responsabilidad histórica», que es «hacer todo lo posible» para que se reduzca el número de personas que mueren por hambre en el mundo.

Por su parte, el portavoz de la FAO, Enrique Yeves, dijo que «tenemos que tratar la alimentación como un derecho y las ciudades tienen un papel fundamental en los objetivos que nos hemos marcado». Y subrayó la importancia de concebir «la alimentación como un bien público»: «El tema de la alimentación es muy importante como para dejarlo en manos del sector privado únicamente», concluyó.