Saldar la deuda interna ecológica

Saldar la deuda interna ecológica

Las tensiones ambientales que recorren Gualeguaychú y la región. Ésa es la agenda de la flamante fundación local Fundavida. Sus integrantes explican, en esta entrevista con EL DIA, los objetivos que persiguen. Dicen que participan de la lucha antipastera y son solidarios con la Asamblea Ambiental, pero tienen la mira puesta en lo que pasa puertas adentro. Ya elaboraron tres proyectos de Ordenanza sobre temas ecológicos sensibles de la ciudad, están interviniendo en la constituyente que sesiona en Paraná, y organizan un congreso para el mes de julio.o

Por Gustavo Carbone y Marcelo Lorenzo


“Fundavida tiene por objeto promover, desarrollar e incentivar la protección del medio ambiente de todo tipo, desplegando todas sus actividades sin fines de lucro”.

El artículo primero del estatuto de esta nueva ONG, que aguarda aún la personaría jurídica, define claramente su fin societario. La entidad nace en Gualeguaychú, epicentro de la lucha antipastera en la región.

Pero su foco de atención son los problemas ambientales aún no resueltos en casa y en la Provincia. Eso explicaron a EL DIA Raúl Almeida, Ricardo Piccini, Edgardo Moreyra, Gustavo Rivolier, y Luis Silvera.

Son los socios fundadores (estuvieron ausentes Ángel Tamburelli y Rafael Pascual), que por primera vez se presentan en sociedad. “Esta es una fundación que va a trabajar hacia adentro”, refirió Moreyra, al explicar la estrategia de fondo del grupo.

Es decir, una política dirigida a atacar la deuda interna ecológica en Gualeguaychú y también en la Provincia. Nada de incompatibilidades, aclaran, respecto de la lucha que lleva a cabo la Asamblea Ciudadana Ambiental, de la que se sienten solidarios.

Todos comparten la lucha antipastera. Pero el enfoque y la acción son otros: enfrentar las tensiones ambientales puertas adentro. Para lo cual ya han elaborado una nutrida agenda y un plan de acción en esa dirección.

Los entrevistados aseguran que son conscientes de que la crisis ecológica es global, de que hay una infinidad de variables que desde una ciudad no se pueden controlar.

Pero citan a George Washington, quien durante el proceso de la independencia de Estados Unidos, hizo esta exhortación a sus compatriotas: “Si no lo hacemos ahora, ¿cuándo?; si no lo hacemos nosotros, ¿quiénes?”.

La fundación tiene sus socios honorarios: el doctor Enrique Viana (fiscal uruguayo que tiene tres demanda contra el Estado de su país, por causas ecológicas), Gustavo Carbone (director de EL DIA), Antonio Tarragó Ros (artista).

Y entre sus socios adherentes figuran Marta Gorrosterrazú, el doctor Osvaldo Fornari (del Grupo de Reflexión Rural), el periodista Luis Molinuevo, Aldo Ipperi y el doctor Gustavo Casola Peresutti (abogado ambientalista).

Cabe consignar que la fundación –que tiene sede en calle Ituzaingó 661 de esta ciudad- ya ha programado para el 28 y 29 de julio, en Gualeguaychú, el primer congreso “Hacia la diversidad productiva y soberanía alimentaria”.

Se pedirá que el evento sea declarado de interés municipal y provincial. Y además se solicitará a la autoridad educativa para que otorgue puntaje a los docentes, quienes tendrán la oportunidad de aprender conceptos ecológicos claves.

Los panelistas son de primer nivel: doctor Enrique Viana, Ricardo Carrere (del Movimiento Mundial por los Bosques Tropicales), Jorge Rulli y Adolfo Boy (del Grupo de Reflexión Rural), Carlos Galano (académico que participo del célebre “Manifiesto por la Vida”) y Héctor Motta (empresario y ex secretario de la producción de la Provincia).

Actitud

Según explicaron sus miembros, Fundavida no viene a “confrontar” con los poderes públicos o los privados, sino a “colaborar” en favor de la causa ecológica.

Aunque se reserva el derecho de hacer un señalamiento crítico, con independencia y autonomía, respecto de lo que no se hace o se hace mal en esta materia. E incluso a promover acciones legales, llegado el caso, cuando la situación lo amerite.

La fundación tiene previsto hacer un balance de gestión los 5 de junio de cada año, que es la fecha en que se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente. Se trataría de un informe que pasa revista sobre lo actuado y el estado de las demandas efectuadas a otros poderes.

Los miembros de la entidad dejaron claro que hacen “política ambiental”, pero de ningún modo “política partidaria”. Como toda ONG persigue un fin relativo al bien común, pero lo hace desde una posición de independencia de las estructuras gubernamentales o partidarias.

Según dijeron, en el marco de esta política será clave la vigilancia, lo que supone un seguimiento de las problemáticas ambientales, con la idea de evitar que caigan en el olvido.

Al mismo tiempo Fundavida se ofrece a recepcionar las denuncias que le acerquen los ciudadanos, aportará asesoramiento legal y llegado el caso actuará como querellante.

¿Cuál es la posición de la entidad respecto de la Asamblea Ambiental?
“Nosotros seguimos en la lucha contra Botnia. Y en la medida que podamos vamos a colaborar con la Asamblea. Pero la fundación ha decidido incursionar en otros frentes y por eso maneja otra agenda”, respondió Rivolier.

Por otro lado, habrá un fuerte seguimiento al gobierno de la Provincia. “Vamos a recordarle al nuevo secretario de Medio Ambiente, Fernando Raffo, el compromiso que asumió en su asunción, cuando manifestó que de las 1.200 empresas existentes en Entre Ríos, 1.100 estaban si autorización para funcionar. Estamos seguros de que dicho funcionario va a cumplir con su promesa de blanquear la situación ambiental de todas y cada una de estas empresas. Porque se trata de cuidar 41.700 kilómetros lineales de río que tenemos en esta Provincia”, afirmó Moreyra.

Voz ecológica ante la Constituyente

Fundavida ya se ha metido en la discusión abierta por la reforma de la Constitución de Entre Ríos, con la intención de introducir conceptos ambientales básicos en ese cuerpo.

En ese ámbito, ha insistido en la necesidad de subsanar el vacío legal existente en materia penal, con el objetivo de tipificar los delitos ecológicos.

Más allá de que es incumbencia del poder federal incorporar el capítulo ambiental al Código Penal Argentino, la entidad cree que se pueden hacer algunas cosas en el frente provincial.

Además, trabaja en el resumen de las propuestas que se plantearon en la constituyente, relativas a los derechos ambientales, en la búsqueda de denominadores comunes.

Por otra parte, Fundavida ha propuesto en Paraná la creación de una Defensoría Ambiental, una figura equivalente al Defensor del Pueblo. En este sentido, se parte del diagnóstico de que la mayoría de los jueces no conocen mayormente los derechos ambientales.

Otra propuesta, afín a esta temática, tiene que ver con impulsar la figura del amparo ambiental, pero no en un juzgado común sino en uno preparado especialmente para tratar estas acciones judiciales.

Por otro lado, la mayoría de los proyectos ambientales planteados en la constituyente han hablado de los siguientes principios: el precautorio, el preventivo, el reparador y el principio del castigo penal ante delitos ecológicos.

Y también hay consenso respecto del concepto de “empresa sustentable”, partiendo del principio de que la inversión para cuidar el entorno de no debe ser vista como un costo sino como un aporte de la ganancia para preservar el capital de las futuras generaciones.

Tres propuestas para cuidar el río

Uno de los problemas ambientales clave, según la fundación, es la preservación del río Gualeguaychú, que emerge como un recurso natural inestimable de la comunidad, desde todo punto de vista (incluida su explotación económica asociada al turismo).

Al respecto, aunque la planta depuradora de efluentes cloacales ha mejorado la salud del curso de agua, aún persisten prácticas aberrantes, en términos de descargas contaminantes.

Por eso la entidad tiene ya en carpeta tres proyectos de Ordenanza sobre la temática, las cuales quiere impulsar en Gualeguaychú.

Una se vincula con las aguas residuales de los emprendimientos turísticos (balnearios, campings y complejos de bungalows) que rodean al río. Sobre el particular, el proyecto habla de exigirle a estos operadores un tratamiento de esos residuos.

El nuevo marco obligará a los futuros inversores a tomar estos recaudos. En tanto que a las empresas que ya funcionan, se les dará un tiempo prudencial para que, en caso de que estén en falta, adecuen su infraestructura.

Otro proyecto de ordenanza versa sobre la obligación de recolectar aceites vegetales, que hoy se tiran por la cloaca y que van al río, con el objeto de someterlos a reciclado, concretamente para producir biocombustible.

“La municipalidad ya está gestionando una fábrica de biocombustible”, aclaró al respecto Moreyra. “Queremos transformar un litro de aceite quemado en las casas, en un litro de biodiesel”, refirió.

Quienes van a tener la obligación de juntar este aceite, explicó, son los comedores, restaurantes, sanatorios, hospitales, carritos, casas de comida. Aunque en una etapa final se quiere llegar también a los hogares.

“Tenemos que pensar que 1 litro de aceite quemado contamina 1.000 litros de agua”, refirió.

Fundavida maneja estos cálculos ecológicos: Entre Ríos, donde habitan un millón de personas, consume al año 20 millones de litros de aceite comestible.

Pero mientras de ese total un 70% va al cuerpo humano, el 30% restante va a las cloacas, y por esta vía se contaminan ríos, arroyos y napas subterráneas.

En el caso de Gualeguaychú, el aceite vegetal residual totalizaría 600 mil litros al año, que es la cantidad que se podría reciclar bajo forma de biodiesel.

Pero además la ordenanza contempla la cuestión de los aceites industriales. Es decir, los que algunos lavaderos, talleres mecánicos, casas de cambio de aceite, entre otros, echan clandestinamente a la cloaca.

“Ese litro de aceite industrial contamina 100.000 litros de agua”, explicó Moreyra. Según dijo, se trata de recolectar estos desechos con vistas al reciclado, aunque en este último caso la planta procesadora se instalaría en algún punto de la provincia.

Por último, el tercer proyecto de ordenanza de Fundavida tiene que ver con proteger al éjido municipal de las fumigaciones y el uso de agroquímicos, y el depósito de estos productos y de sus envases.

La entidad ya puso en conocimiento de estas iniciativas al intendente y a la presidencia del Concejo Deliberante.

Tratar los líquidos cloacales

Por otro lado, la descarga de efluentes cloacales en crudo a los cursos de agua, según explicaron los entrevistados, es un problema grave que tienen la mayoría de las ciudades entrerrianas, a excepción de Gualeguaychú.

Las ciudades de la costa del río Uruguay, por ejemplo, tiran toneladas de carga orgánica sin tratar a ese río. Y eso no sólo del lado argentino, sino también desde la costa uruguaya.

Fundavida pretende que las otras localidades adopten el criterio de Gualeguaychú de dotar a sus sistemas sanitarios de una planta de tratamiento de efluentes cloacales.

Los entrevistados, no obstante, dijeron que se impone ya la tarea de “ayudar a descongestionar” la planta de la ciudad, que presentaría signos de colapso.

La cuestión de la basura

El otro aspecto que configura la deuda interna ecológica es la basura. Al respecto, la fundación se ha sumado al proyecto de recolección diferenciada, colocando tachos en la ciudad, en los cuales se deben depositar los residuos orgánicos por un lado y los inorgánicos por otro.

Mediante esta práctica, junto a las otras acciones que encara la comuna, se quieren ir creando hábitos en la comunidad, como paso previo al lanzamiento formal de la recolección diferenciada.

La idea de base es el “enterramiento cero” de los desechos urbanos, el grueso de los cuales entrará en un proceso de reciclado.

Asociado a esto, la Fundación se dedicará a darle una solución al problema de las pilas y a los residuos patológicos (en este último caso creen que debe haber una solución provincial).

Residuos industriales

El otro frente complicado en Gualeguaychú, desde el punto de vista ambiental, es cómo se tratan los desechos industriales, en especial en el Parque Industrial. “Queremos que el Estado nacional haga la planta de tratamiento de efluentes industriales en ese parque, que se considera modelo”, refirió Moreyra.

Ese proyecto está en marcha –ya salieron las licitaciones- e involucra una inversión de 16 millones de pesos, comentó. La nueva planta en el PIG tratará la “carga orgánica” (no químicas) que tiran las empresas.

“Ahora, también los empresarios de Gualeguaychú –en contrapartida a esa inversión- deberían invertir para tratar las cargas inorgánicas o químicas. Porque de lo contrario, no estaríamos solucionando el problema ambiental en el parque”, destacó el entrevistado.

Por otro lado, Fundavida bregará para que toda la información sobre el enclave industrial, relativa a los aspectos ecológicos, se haga pública. “Que quede claro, esta petición de información la hacemos no con ánimo persecutorio, sino por que la comunidad tiene derecho a conocer qué está pasando con su medio ambiente”, refirió Moreyra.

Plan de acción ambiental

Algunos objetivos que se desprenden del estatuto de Fundavida, dan una idea del abanico de acciones que tiene planeado encarar la nueva agrupación. Y que aquí enumeramos:

  • Creación de campañas ecológicas independientes y fomento de buenas prácticas ambientales en todos los ámbitos.
  • Formación de grupos de estudio y de investigación propios.
  • Formación (mediante el apoyo técnico y económico) de grupos de Guardianes Ambientales.
  • Promoción de emprendimientos económicos que tiendan a la utilización de tecnologías en armonía con la naturaleza, sin menoscabo de ese capital generacional.
  • La creación de premios y estímulos anuales a personas o grupos que se destaquen por las buenas prácticas ambientales.
  • Impulso a leyes que tiendan a la defensa y protección del medio ambiente.
  • Apoyo legal, asesoramiento e impulso de acciones judiciales en defensa de la ecología. Ello supone actuar como querellante para representar a víctimas de abusos ambientales, en el ámbito regional, nacional e internacional (de acuerdo a lo que fijan los artículos 41 y 43 de la Constitución Nacional).
  • La vigilancia y la denuncia ante las autoridades competentes de aquellas actividades, no importa su naturaleza, que signifiquen amenazas reales o potenciales hacia el medioambiente.

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un comentario

  1. Olivieri Gabriel

    reflexionando acerca del conflicto con Uruguay, la protesta a través del corte del puente debe proseguir, porque es la única forma de salvaguardar el medio ambiente, teniendo en cuenta que el ex presidente Kirschner, en su visita a Gualeguaychu califico al conflicto como una causa nacional, de ninguna manera los funcionarios del gobierno han defendido, a través de cancillería los intereses en materia ecológica y ambiental, y en su momento ante la negligencia de apelar ante la justicia cuando gobernaba Duhalde, en estos momentos le cabe una demanda a los funcionarios de turno, y si verdaderamente se considera una causa nacional, se debería romper las relaciones bilaterales y cerrar la frontera con todo el intercambio económico, comercial, turístico, cultural, como ocurrió en la época de Perón, que le suspendieron el suministro de energía, ha llegado el momento que se están agotando las instancias, el fallo de la corte internacional de la haya, es totalmente inaceptable,y como medida precautoria la corte debería suspender la producción de la planta hasta convocar a las partes mediante grupos de técnicos especialistas y analizar mediante un monitoreo conjunto y luego de acuerdo a los resultados pronunciarse si se puede o no proseguir con los análisis y evaluaciones, espero que sepan reflexionar sobre el caso para un futuro mejor.-

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