MARCHESE PONE AL DESNUDO LAS ESTRATEGIAS DE UPM (BOTNIA)

ESTRATEGIAS DE UPM

 

FUENTE: Marcelo Marchese en: https://web.facebook.com/groups/1787467327942458/permalink/2074650962557425/

En el caso Botnia a UPM le alcanzó con mostrarnos como antinacionales para contrarestar la oposición a su proyecto, pero UPM2 es diferente y nos conviene estudiar la actual estrategia de UPM para contrarestarla.

Fue contraproducente que ante nuestra población la oposición a la pastera pareciera que viniera de Argentina. UPM y sus aliados apelaron a nuestro nacionalismo y lograron de esa manera un fuerte apoyo social: apoyar a UPM era apoyar al Uruguay, UPM era Uruguay, al color verde “ecologista” de UPM le agregaron un poco de celeste para completar el logo.

Ahora lo que pretenden es mostrar a los opositores como unos loquitos, los inadaptados de siempre, los “ambientalistas” enemigos del progreso, los “ambientalistas” que no entienden que a medida que la población mundial avanza, la contaminación es inevitable.

Nuestra causa es una causa nacional, pues el Contrato ROU UPM perjudica a todo el país. Nos oponemos por razones económicas, sociales, jurídicas, culturales y ambientales y por eso es esencial contrarestar la imagen de meros ambientalistas y a medida que venimos avanzando en ese proceso, surge una segunda imagen falsa sobre nosotros. Según ese discurso pasamos a ser localistas, amén de fanáticos ambientalistas, somos localistas egoístas, nos oponemos a UPM pues nos inunda San Gregorio de Polanco, o su ferrocarril hace mucho ruido y nos molesta, pues vivimos al costado de la vía.

Su estrategia es por un lado mostrarnos como seres irracionales y destructivos y por el otro, dividirnos ¿Cómo opera esa división? Con toda evidencia la prensa evita mencionar cualquier actividad nuestra que ataque frontalmente el Contrato, cualquier actividad nuestra que permita desarrollar un movimiento nacional y ciudadano y como contraparte, le presta cierta atención a cualquier actividad localista, o a cualquier actividad que signifique mover a la ciudadanía finlandesa.

Como nuestro movimiento no tiene la cobertura de prensa que «necesitamos», apenas hacemos algo que mueva a la prensa creemos que ese es el camino, pero si la prensa le presta atención a algo, no significa que necesariamente ese algo sea bueno. Todo lo contrario, en términos generales, sin hacer una ley de esto, en el inicio de un movimiento, sólo le prestan atención a algo si les conviene.

¿Qué ha pasado? Lo que ha sucedido es muy sencillo. En cierto sentido, hemos logrado instalar el tema en la sociedad. Se habla más de UPM que antes de junio, antes de que empezáramos. Por lo tanto, la prensa no puede ignorar olímpicamente el tema y por eso lo agarra por el lado que le conviene, lo agarra para dejarnos como localistas, como gente que va a audiencias a molestar, a increpar y de alguna manera, aunque no sea lo mismo, pretende mostrarnos como los groseros que increparon con toda ordinariez a Astori. En suma, busca la prensa eliminar nuestro enfoque nacional y ciudadano, nuestro enfoque que, con paciencia, quiere llegarle a 3 millones, pues sabe que ese es un enfoque peligrosísimo para el poder.

Esta es una batalla de largo aliento, tanto por UPM y tanto por otras cosas que vienen detrás de UPM. No hay que enloquecerse. No hay que temer a avanzar lentamente. No hay que ir desesperados tras la prensa. Si nuestro accionar es subterráneo y no llama la atención en un principio, mejor, pues eso significa que es sólido. No temamos socavar las estructuras, no temamos trabajar de forma subterránea. Por algo sucede y es bueno que suceda. Si la prensa no habla por algo es, y es porque no le conviene. Muchas veces, grandes movimientos operaron de forma subterránea, atacando los cimientos de un Sistema. Para derribar un edificio no hay que atacar las ventanas ni atacar uno a uno sus ladrillos. Lo más eficiente es socavar los cimientos, incluso si se hace a la luz del día, aunque sin fanfarrias que lo anuncien.

Debemos dar pasos sólidos, ampliar las fuerzas de nuestro ejército, sea el que fuere el tiempo que nos lleve. No será ni poco ni mucho, sólo será el tiempo necesario.

Que este 2018 de lucha de a luz un 2019 de lucha y acaso, de Victoria y si la Victoria no llegara en el 2019, será en el 2020, o en el 2021, no lo sabemos, sólo sabemos que hay que aprender del pasado, discutir sin miedo nuestros pasos y pensar que siempre, siempre, siempre, el enemigo ha dominado porque nos ha dividido. En la unión está la fuerza, una unión que debe forjarse por convicción y no porque repitamos el mantra de la unión. No nos sirve la unión que genera el cuartel. Nuestra unión debe estar generada por nuestra acción y por el estudio sin miedo de nuestra acción.

Marcelo Marchese

Feliz año nuevo para todos.

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