LA UNIVERSIDAD DE HARVARD EN EL IBERÁ

LA UNIVERSIDAD DE HARVARD EN EL IBERÁ

Un claro ejemplo de doble estándar moral, cuando los principios y valores son solo enunciados de conveniencia para maquillar imagen.

La Universidad de Harvard es una de las más prestigiosas del mundo, localizada en EEUU, fue fundada hace casi 400 años, tienen en su plantilla más de 6.000 alumnos y se administra con un fondo de  27.000 millones de dólares, que le permiten poseer  inversiones a lo largo y a lo ancho del planeta.

Argentina no está fuera de sus planes, es más, en la provincia de Corrientes posee casi 100.00 hectáreas en los Esteros del Iberá.

Su prestigio académico sin embargo no alcanza para instalar localmente los “valores” que se supone debería defender una de las más prestigiosas instituciones educativas del planeta.

Las firmas locales que administran los fundos de la Universidad de Harvard son dos: Empresas Verdes Argentinas SA (EVASA) y Las Misiones SA, ninguna de ellas cumple con las normativas provinciales y nacionales, respecto de la protección y reserva de los espacios naturales, ni siquiera son respetuosos de las leyes laborales dado que han sido denunciados por la precariedad e inseguridad laboral de los trabajadores que trabajan en estas estancias.

No cumplen con las disposiciones que establecen que las modificaciones y alteraciones de los cursos de agua deben ser supervisadas y autorizadas por el ICAA, (Instituto del Agua y del Ambiente de la provincia de Corrientes) y tampoco con la ley 26.331 de Protección de Bosques Nativos.

La Administración de Parques Nacionales, establece que “la reglamentación de la Reserva exige a los emprendimientos pre existentes una adecuación a través de un Plan presentado a las autoridades de aplicación, con el cronograma de Medidas de adecuación, mitigación, compensación o restauración, acompañado del informe ambiental que sustente las mismas”.

Un informe técnico, elaborado en septiembre de 2010, advierte además que EVASA también incumplió con el respeto de una franja de amortiguación sin intervención de cultivos ni operación de herramientas agrícolas, junto al hecho de que “la superficie total de pastizales naturales que la empresa ha conservado en este campo es mucho menor que la exigida”.

Tras un análisis de imágenes satelitales y fotos aéreas, el documento oficial concluyó que se “ha afectado al menos unas 1000 hectáreas de palmares de yatay poñí, considerados explícitamente bosques por la Ley Nacional 26.331, y además un tipo boscoso de ‘valores biológicos sobresalientes’.

Asimismo los trabajadores de los establecimientos rurales, denuncian trabajo precarizado “Si no trabajamos, no cobramos. Y si nos llegamos a accidentar, no tenemos asistencia médica. Nos pagan por jornada, que duran entre ocho y diez horas por día, unos 80 pesos”.

En el mismo informe empleados de las firmas contratistas que le venden servicios terserizados a la inversora de la U. de Harvard, también mencionan el uso de agrotóxicos expresamente prohibidos por las normas que regulan el uso de la Reserva Iberá:.. “a mí me ha tocado manipular todo tipo de productos tóxicos sin ninguna protección, sin guantes ni máscaras”, denuncian como asimismo vivir en campamentos precarios y no tener feriados ni cobrar horas extras.

La consultora internacional Rainforest Alliance que evaluó EVASA dejó constancia que “EVASA deberá elaborar e implementar un Programa de Seguridad del Trabajador donde se incluyan las capacitaciones para el personal”, y además enfatizó que “se deben mejorar las condiciones de vivienda y provisión de agua potable a todo el personal y demostrar que cuenta con al menos un profesional habilitado para asesoramiento en Higiene y Seguridad en el Trabajo”. En la misma línea, se advirtió que “en vivienda de operarios se han identificado deficiencias en las condiciones de salubridad”.

Si embargo con posterioridad a las observaciones de Rainforest Alliance, las empresas no hicieron nada por corregirlas ni tampoco por cumplir las normativas legales irrespetadas, entre ellas la presencia de canales que conectan los bañados y lagunas interiores entre sí y con la cañada principal, afectando el drenaje de todo el sistema de humedales. “Estos canales de desagüe, según la legislación vigente, necesitan contar con un proyecto de obras, Estudio de Impacto Ambiental, Audiencia Pública, y ser autorizados por el ICAA (Instituto Correntino del Agua y el Ambiente) con una Declaración de Impacto Ambiental”, talo lo advirtió Parques Nacionales.

Interpeladas ambas empresas se negaron a dar explicaciones ala prensa por las irregularidades. Eduardo Bello, gerente de EVASA, con el mismo estilo soberbio que utilizan los testaferros de estos enclaves, como Juan Machiavello de ex Forestal Andina SA, respondió: “No doy entrevistas a desconocidos”, y Arturo Sandoval, a cargo de Las Misiones, señaló: “No puedo aportarle información, se trata de cuestiones confidenciales que no le puedo revelar.”

Un dato definitivamente revelador es conocer quienes son los mandatarios locales de estos intereses, la Harvard Management Company (HMC), encargada de administrar las inversiones de la universidad en el mundo, en una declaración jurada de este año (2011), a través de la President and Fellows of Harvard College, de la que depende HMC, reconoce entre sus activos a varias firmas radicadas en la Argentina. Además de las dos antes mencionadas, figuran Forestal del Río, Quebrada Honda y Estancia Celina.

Todas estas empresas comparten el mismo domicilio legal: Suipacha 1111, piso 18, oficinas el estudio jurídico que  encabezan Mariano Grondona (h) y José Alfredo Martínez de Hoz (h), los hijos homónimos del conocido periodista y del ex ministro de Economía de la dictadura, respectivamente. De ese estudio forman parte Guillermo Eduardo Quiñoa y Betina Di Croce, que tienen cargos directivos en EVASA. Los demás empresarios que comparten la titularidad de ambas firmas son Jorge Ross Amunáregui, Eduardo Maximiliano Bello Iez y Álvaro Aguirre Simunovic.

Eduardo Bello, el administrador de las inversiones de Harvard en Argentina quien tuvo que ver con las inversiones de las petrolera Shell en Uruguay, es un viejo conocido por servir a estos intereses internacionales que toman control de nuestros recursos naturales.

En base a una investigación de Tiempo Argentino, Momarandú.com y datos de la Dirección de Recursos Forestales de la Provincia de Corrientes.

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