LA FORMA MÁS INMORAL DE GANAR DINERO

“El agronegocio socializa el pasivo ambiental y privatiza las ganancias”

Lo aseguró el especialista en agroecología Eduardo Cerdá, quien sostuvo que este modelo alternativo gana terreno. Sin embargo, indicó que el uso de agroquímicos se triplicó en los últimos 30 años.

FUENTE:puntal.com.ar
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Lo aseguró el especialista en agroecología Eduardo Cerdá, quien sostuvo que este modelo alternativo gana terreno. Sin embargo, indicó que el uso de agroquímicos se triplicó en los últimos 30 años.

Para el ingeniero agrónomo y docente universitario Eduardo Cerdá, el modelo de producción agrícola vigente en el país “socializa el pasivo ambiental y privatiza las ganancias”. Lo dijo en el marco de una visita a la ciudad, organizada por la Defensoría del Pueblo para impulsar el modelo de la agroecología en el perímetro de la ciudad.

El profesional asegura que “desde el modelo de agricultura predominante no se puso nunca demasiado esfuerzo en valuar los costos ambientales, porque de otra manera los costos de los productos serían otros”.

“El agronegocio socializa el pasivo ambiental y privatiza las ganancias. La agroecología prácticamente no usa productos de síntesis química, y es lógico que tenga pasivos ambientales menores”, agregó el ingeniero agrónomo, docente en la Universidad de La Plata.

¿Se está generando un daño ambiental cada vez mayor?

Cuando vino la siembra directa a Córdoba se dijo que llegaba para proteger el suelo, para preservarlo. Pero fue cambiando y después se intensificó el uso masivo de agroquímicos, y donde había una maleza había que eliminarla. Por eso, después hubo miles de hectáreas con barbecho químico, con suelos totalmente descubiertos y plantas que fueron envenenadas. ¿Y qué hace ante esto la naturaleza? Vuelve a tratar de cubrirse, y poblarse de vegetación, con lo cual comienza el ciclo con más aplicaciones de agroquímicos.

¿Cómo está impactando esto?

Esa carrera no nos conviene, porque de una maleza resistente que teníamos en los 90, hoy ya tenemos 30. Esto quiere decir que hay que utilizar más litros de agrotóxicos, y allí comienzan los problemas de salud. La gente percibe que hay más enfermedades por la exposición a las fumigaciones. Así empiezan los conflictos, y la población les reclama a los gobernantes que hagan algo porque no quieren ser fumigados ni tener contacto con este tipo de tóxicos.

Los productores sostienen que el modelo agroecológico es inviable desde el punto de vista económico. ¿Es así?

No es así. Por supuesto que a la fertilidad hay que ir construyéndola, pero donde nosotros estamos trabajando dentro de este esquema, es más viable para el productor. En la mayoría de los casos, tenemos los mismos rendimientos, con la mitad de los costos. Lo que pasa es que esto no está visibilizado de esta forma: el mito dice que producir sin agroquímicos hace que los productores se fundan porque las malezas van a competir y les van a quitar el agua a los cultivos. Sin embargo, esto no funciona así, porque no hablamos de monocultivo, sino de otras estrategias que tienen que ver con un proceso más natural, de cuidado y enfocado en la salud de los suelos, de los campos, de los productores, de los ciudadanos. Los costos de la producción convencional van aumentando. Es la tendencia. Los costos se han triplicado o cuadruplicado, mientras que los rindes se han duplicado.

¿Cada vez se usan más agroquímicos?

No sólo que se usan más, sino que también aumenta su valor. Circunstancialmente, por ahí bajan por alguna razón, pero la tendencia es siempre a la suba. Lo mismo pasa con el precio de las semillas, que hace 15 años costaba 60 dólares la bolsa y hoy cuesta 150 dólares. El valor de la semilla se triplicó, pero el rendimiento no pasó de 6 mil kilos a 11 mil kilos.

¿Qué magnitud tiene la agroecología en el país?

En el término de los últimos 3 años, estamos por encima de las 25 mil hectáreas, entre 60 y 70 productores. Hay una limitación de acompañamiento. Seguramente, en el volumen de cultivos es poco, pero sí son suficientes experiencias como para demostrar que el camino de continuar gastando plata para seguir artificializando un cultivo es peligroso en cuanto a la supervivencia económica del productor y entra en conflicto con la salud de la comunidad.

“Será la agronomía del futuro”

En la actualidad, en Argentina hay más de 20 municipios que trabajan sobre proyectos de agroecología. Por otro lado, existen 25 mil hectáreas de campo cultivadas bajo este sistema, y sus impulsores creen que será la agricultura del futuro.

“Creemos que será la agronomía de los próximos años, porque el modelo actual, con tantos remedios y agroquímicos, no es saludable. Y todos sabemos que no se puede negociar la salud de los pueblos”, señaló Eduardo Cerdá.

¿Cómo puede afectar la soberanía alimentaria si se aprueba la Ley de Semillas que impulsan las corporaciones?

Las semillas siempre estuvieron en manos de los productores, y yo creo que deberían seguir en sus manos. Que hay empresas que hagan un cierto mejoramiento, que lo publiciten y que hay productores que lo compren deberían ser dos cosas distintas. ¿De dónde sacan los genes las empresas? ¡De los productores! Llevan miles de años trabajando y mejorando las semillas. Pueden registrar sus productos, pero eso no inhibe a los otros productores que tienen sus semillas. Ojalá la ley tenga en cuenta las dos actividades: la producida por los criaderos particulares y la que es producida por otro tipo de agricultura. Esta última utiliza materiales que compiten mejor con las malezas, que se enferman menos, que tengan una cierta calidad como alimento. El otro modelo está muy orientado al rendimiento, y no prevé que tenga tanta habilidad competitiva porque se le aplican muchos herbicidas, ni tampoco prevé que sea tan sana porque le aplican fungicidas. Todo se va artificializando. El productor debe elegir si prefiere este tipo de semillas que necesitan mucha ayuda química o una mucho más fuerte, que exige menos remedios y menos sustancias tóxicas.

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