Es UN MILLÓN. Lo demás es mala fe.

 

De acuerdo al Informe Final del 11 de febrero de 2005, elaborado por la DINAMA, sobre la Evaluación de Impacto Ambiental de la empresa Botnia, se puede leer claramente: “La planta de producción de celulosa tendrá una capacidad de producción anual de 1 millón de toneladas secas de pasta secadas al aire.”

Reitero, un millón. No existe ningún otro acto administrativo en DINAMA, MVOTMA, o Presidencia del Uruguay, que den autorización a otra interpretación ni avalen otro límite o tolerancia. El Director de la DINAMA Jorge Rucks, en el año 2010 cometió un acto arbitrario al decir públicamente que Botnia-UPM tenía un margen de hasta 1.111.250. Fue verbal, nunca firmo nada que de validez a su palabra.

El mismo Jorge  Rucks  que manifestó también ante la prensa que,de acuerdo  al Fallo  de la Corte Internacional  de  Justicia    «cualquier  autorización  que  modifique  el  plan  de  operaciones aprobado tiene que ser informado y debe contar con el visto bueno de CARU de acuerdo al Estatuto del Río«. Actúa y dice según su conveniencia, sin importar lo anterior. Lo que mande el patrón.

Y ese es el único origen de la mentira que hoy muchos medios insistentemente quieren imponer. Nos empujan a “equivocarnos” y dar por aceptado el millón cien. Porque claro, si partimos de ahí, el aumento de producción es “solo el 20%”, cuando en realidad el pedido presentado en CARU es del 30, con más un 5% de tolerancia. Eso pondría a Botnia UPM con vía libre de llegar a 1.365.000 TN

Estemos atentos a mas trampas Si autorizaran unilateralmente el 30+5, no faltará algún aprendiz de alcahuete, que pretenderá aplicarlo sobre el 1.1 millón, lo que llevaría la autorización a más 1.500.000 TN.

En lo particular yo a UPM le acepto 0 TN., sí cero. Partió de una ilegalidad, de una violación, y eso la hace inaceptable, aún más allá de la contaminación. Pero está el fallo de La Haya, y la realidad.

Mujica dice que encontrará un punto de equilibrio, pero en ese juego de zonceras criollas que le gusta jugar, no se da cuenta que aquí no hay nada que equilibrar y que está timbeando con plata ajena.

Es UN MILLÓN, lo demás, es violación al Estatuto y desacatar el fallo de la CIJ.

gustavo@fundavida.org.ar

Comentá desde Facebook

un comentario

  1. Hace dos meses me ofrecí por escrito a la Asamblea para organizar monitoreos por nuestra cuenta en el ámbito local. Tengo alguna experiencia en eso. He participado en dos comisiones ad hoc, una de las cuales dio por resultado la construcción de la Planta depuradora de efluentes cloacales. La Asamblea clama para que la ciudadanía participe. Y bien, esa es mi oferta de participación, que sería gratuita además. La Asamblea se queja de que no le dan respuestas. Ella hace lo mismo. Hasta ahora no me ha respondido.
    Este comentario lo envié hace dos días, pero parece que lo envié mal y Fundavida no lo ha recibido. No obstante, por confusión lo había enviado a facebook y anteriormente por ese medio le había informado a un amigo que suele ocuparse bastante del tema. Sin embargo no ha sido materia de atención por parte de otros visitantes de ese medio. Mi conclusión a la que llego es que la esencia de la cuestión ambiental, es decir: determinar si hay impacto ambiental en Gualeguaychú, no interesa demasiado. Tengo la impresión de que «la lucha» se enfoca en lograr que la Pastera se vaya, independientemente de que se pruebe si es o no es nociva para nuestra ciudad. Por su parte, los que se oponen a los activistas de «la lucha» parece que lo hacen por el gusto de polemizar, algo así como estar una payada o contrapunto, siguiendo el estilo de nuestros ancestros según lo consigna la historia. Esto es interesante pero costoso, sobre todo para los que sostienen la causa. Les lleva tiempo, deben desatender sus actividades cotidianas, viajar, organizar eventos, hablar mucho, todo lo cual va camino de repetirse una y otra vez a la manera de Sísifo, aquel semidios condenado a empujar una peña hasta la cumbre y llegado a la misma, ver como su carga rodaba nuevamente hacia el valle, con lo que tenía que empezar de nuevo. Francamente, creo que «la lucha» sólo ha traído disgustos a quienes la sostienen, según puede deducirse de sus propios comunicados. Por su parte la Pastera algun vez se irá, cuando sus propietarios lo decidan. He preguntado a uruguayos si ellos se preparan para manejar por si mismos una industria que, desde luego, es necesaria para la humanidad, y me han contestado que no. Creo que deberían hacerlo, para no repetir la experiencia de depender siempre de capitales foráneos para sobrevivir y para asegurar fuentes de trabajo a sus jóvenes.

Responder a Guillermo Fazzio Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *