EL AMBIENTE NUEVAMENTE ARRASADO

EL AMBIENTE NUEVAMENTE ARRASADO

 

Parece increíble que en la República Argentina, se siga desvirtuando y mancillando el cuidado del ambiente de manera grave, extremo que observamos ante la exhibición mediática que ilustran en forma irónica, algunas de las principales figuras de la política. Vemos que en vez de ocuparse por acordar su cuidado, buscar políticas especificas que logren su preservación, aparecen solo a la hora de vetar leyes en protección del ambiente, o so pretexto de transportar mejor a los ciudadanos en la ciudad destruyendo su paisaje y su arboleda centenaria, o insisten en autorizar pingues negocios sobre el reservorio de agua dulce que poseemos en los glaciares, o desconocen el talado a mansalva que se hace continuamente, e ignoran en forma manifiesta las obligaciones que le ha impuesto la Corte Suprema a los tres estados implicados para limpiar el Riachuelo, todo ello entre otros muchos  incumplimientos que hemos siempre hemos observado.

Lamento aquí denunciar una vez mas, que las altas autoridades de nuestra Nación, el Jefe del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, y gobernadores de muchas provincias con fundamentales recursos naturales, se encuentran sujetos a una conducta en continua y manifiesta ignorancia del cuidado ambiental, violentando el artículo 41 de la Constitución Nacional y las normas que cada provincia ha creado para compatibilizar su defensa con aquella norma, hacia el propio cuidado local de sus recursos naturales y de su ambiente.

El desprecio mayúsculo que hemos observado últimamente, data de las acusaciones que mutuamente se han hecho la señora Presidente y el mandatario de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, acusándose de ser mayor o menor depredador de arboles, uno por el emplazamiento de un nuevo transporte en la Ciudad, y la otra por haber talado y destruido varias hectáreas para montar Tecnópolis en el Partido de Vicente López, Provincia de Buenos Aires. Cuando lo importante hubiera sido evitarlo totalmente en ambos casos.

No objetamos aquí que el fin perseguido sea bueno o malo, ello esta dentro de la política, pero si reiteramos, que se han incumplido una vez mas, en estos casos con las normas ambientales vigentes, que deben aplicarse haciendo los estudios de impacto ambiental correspondientes, y hacer las audiencias publicas donde estén los vecinos e interesados del proyecto, entre otras muchas normativas omitidas.

Creemos que el olvido y desprecio que se hace a la ley ambiental, en los montajes de estos emprendimientos, al igual que en otras muchas explotaciones que se desarrollan en innumerables lugares de la República, es nocivo para el ambiente, y que por el contrario deben hacerse al amparo del cumplimiento normativo ambiental, fundamentalmente las normas que rigen la defensa del ambiente y sus recursos, en particular la ley federal 25.675. Sino, seguiremos actuando con remedios judiciales, que lamentablemente no llegan siempre a tiempo para evitar los hechos ya consumados. Los tribunales ambientales no están en agenda. Y, desde el reproche mutuo de las autoridades, y de las medidas judiciales atrasadas, la defensa del ambiente ya no sirve. El método es al revés, hay que empezar cualquier obra, respetando la normativa ambiental y cuidando el ambiente!!!  

 

Mariano J. Aguilar

Abogado ambientalista

Autor del libro El Amparo y la Justicia Ambiental

  

 

   

     

Comentá desde Facebook

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *