EL DESASTRE DEL GOLFO DE MEXICO SE PODRÍA HABER EVITADO
En un momento en que la sociedad entrerriana empieza a despertar a los peligros que podría acarrear la fractura hidraulica en nuestra provincia ahora se conoce que el desastre que ocacionó la plataforma petrolera de British Petroleum en el Golfo de Méjico se podría haber evitado si la empresa hubiera actuado responsablemente.
Mientras continúa el juicio por el mayor desastre medioambiental ocurrido en Estados Unidos, el desastre del golfo de México producido por el vertido de petróleo de la plataforma Deepwater Horizon. Y lo único que parece que lo único que se va a demostrar es que las grandes multinacionales van a seguir haciendo lo que quieran mientras lo arreglen con unos cuantos millones de dólares: la empresa responsable de la plataforma, BP, sabía que podía ocurrir un accidente, pero no le importaba.
La compañía BP sabía que había un gran riesgo de que se produjera una explosión en la plataforma petrolífera Deepwater Horizon antes del desastre, según ha reconocido un ejecutivo de la empresa británica en el juicio. Ha sido Lamar McKay, presidente de BP America cuando ocurrió la explosión, en 2010.
Era, según el directivo, un “gran riesgo identificado”, pero se continuó operando, lo que provocó un daño ambiental sin precedentes en el país y millones de dólares en pérdidas, en pagos de seguros, en la limpieza y, ahora, en las multas a las que va a tener que hacer frente BP.
Los documentos internos de BP han demostrado que la compañía sabía que estaba perdiendo el control de los pozos antes del accidente. El revestimiento del pozo y el mecanismo de seguridad ante explosiones no eran seguros. Son los elementos fundamentales en la cadena de acontecimientos que finalmente produjeron el desastre.
Transocean y Halliburton tampoco hicieron nada
BP podría haber evitado la explosión de Deepwater Horizon
Por ejemplo, el 22 de junio de 2009, los ingenieros de BP estaban preocupados porque la carcasa metálica podría fallar bajo alta presión. Con todo, McKay continúa tratando de convencer al juez de que BP no fue responsable del accidente, y que Transocean y Halliburton debían compartir la culpa.
La estrategia, por tanto, es lanzar la pelota fuera de la cancha, discutir qué empresa se ocupaba de cada tarea y eludir las responsabilidades. Además, teniendo la desfachatez de reconocer que sabían que podía ocurrir y, aun así, seguir adelante sin parar de extraer petróleo.