CONTROLAR LO QUE SE ANUNCIA


Demasiadas veces las autoridades políticas efectúan anuncios espectaculares acerca de presuntas novedades presentadas como panaceas contra diversos males.

Recientemente la presunción de existencia de gas esquisto en nuestro subsuelo alentó estos hechos propagandísticos despertando falsas expectativas en desprevenidos ciudadanos.

Ahora se sabe que la eventual obtención de hidrocarburos por este medio significa la contaminación lisa y llana de todos los acuíferos subterráneos que serían utilizados, previo envenenamiento con substancias químicas,  para luego bombardear las piedras porosas del subsuelo que contienen este gas y de esta forma liberarlo a través de la técnica conocida como fracking.

Si permitiésemos este disparate supremo, para seguir consumiendo hidrocarburos en forma descontrolada terminaríamos con el mayor tesoro que la naturaleza ha puesto en nuestras manos: los acuíferos subterráneos de agua dulce.      Y esto sería la locura terminal de la raza humana.

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