Quizás León Gieco no lo sabía, pero cuando escribió El Fantasma de Canterville, lo estaba describiendo:…»era un hombre bueno si hay alguien bueno en éste lugar»
Esta Fotografía da cuenta del temible armamento conque el Comandante Alfredo planeaba equipar la Fuerzas ALmadas que él dirigía
En su documento de identidad decía que se llamaba Alfredo Casella, pero para nosotros será siempre el Comandante General de las Fuerzas ALmadas de Arroyo Verde, almada, porque la única arma que él imaginaba portar, era la pacífica y serena fuerza de la verdad defendida con alma y pasión.
Fuerzas ALmadas que el propuso con su imaginación de niño bonachón, para luchar contra Tabaré Vázquez, cuando éste, en su delirio antilatinoamericano pidió ayuda a Estados Unidos para derrotar a nuestro país en un conflicto armado que solo existió en su delirante imaginación de alcahuete obsecuente del imperio de turno.
Alfredo, ese león hervívoro que supimos tener de compañero en nuestras luchas de primera hora de la Asamblea Ciudadana contra BOTNIA (UPM), destacaba entre tantos individuos singulares y notables que protagonizaron esas jornadas por su generosa bonhomía, que la naturaleza había envuelto en el cuerpo de un gigante pacífico y amable, ha sido reclamado por la naturaleza que tanto amó.
De profesión Maestro Normal, de vocación Maestro de la Naturaleza, desde su puesto de Guardafauna de nuestra ciudad supo defender y difundir todo lo referido a la flora y fauna local.
Como guardafaunas cuido al Parque Unzue como si fuera suyo, fue artífice del Centro de interpretación de la naturaleza que funcionaba en la Laguna del Parque y uno de los gestores de la puesta en valor del Banco de la Inés, en la desembocadura del río Gualeguaychú, en el Uruguay.
Como militante de la causa ambiental integró el grupo Ñandubay y como Asambleísta se constitutó en un emblema de Arroyo Verde.
La providencia lo ha reclamado, porque el cielo, para seguir siéndolo, necesita de hombres buenos que lo habiten.
Para nosotros será siempre Alfredo, el de las Fuerzas ALmadas.
Hasta siempre Comandante Alfredo, hermano de la vida.