Según informa este sábado el diario El Telégrafo, ciudadanos que le notaron sabor y olor al agua en la tarde de este viernes fueron quienes informaron de la situación a OSE mediante llamadas telefónicas, ya que no hubo otra comunicación oficial sobre el derrame.

Si bien el accidente ocurrió en la boya de Ancap en la madrugada del viernes a causa de la tormenta, cuando aparentemente se rompió una manga y se fisuró una segunda, que conectan el buque cisterna con el oleoducto que lo conduce a la planta de combustibles, OSE hizo el comunicado recién a las 17:47 del viernes.

Las fuentes de las oficinas de Ancap en Montevideo que fueron consultadas por el periódico sanducero dijeron desconocer el problema, y lo mismo pasó con el Centro Coordinador de Emergencias (Cecoed) de la Intendencia de Paysandú, que hasta que recibieron el comunicado de OSE no estaban enterados del siniestro.

Hasta las últimas horas de este viernes, funcionarios locales de Ancap y de OSE estaban trabajando en el caso, evaluando la situación y confirmando la magnitud del derrame, informa el periódico.

Se enteraron por los reclamos

“Hubo un derrame de combustible en el río y nos enteramos en la tarde por reclamos de que había olor en al red”, explicó a El Telégrafo el gerente técnico de OSE Paysandú, ingeniero Víctor Cestau.

“Inmediatamente hicimos los análisis correspondientes y nos dio que todos los parámetros estaban correctos, excepto el elemento del olor, que es lo que hace que el agua sea no potable. Fui a Prefectura, me dijeron que hubo un derrame de combustible en la boya a causa del temporal, y quedó algo disuelto que fue lo que dio olor”, añadió.
Este viernes los técnicos de OSE, encabezados por Cestau, estaban en la planta potabilizadora. “Dimos la alerta lo más temprano posible, pero ya está prácticamente bajo control”, dijo Cestau, detallando que “se aumentaron las dosis de carbón activado a valores que retengan lo que corresponda, activándose el protocolo para estos casos.

“Ahora estamos trabajando en la planta en tareas de limpieza, aunque es de algo que no se ve, porque no entró petróleo ni gasoil en el sistema, sino que vino un poco disuelto en el agua. No entró combustible en la planta, sino agua con olor que estamos tratando de sacar con el proceso de tratamiento”, explicó.

Sobre las tareas a desarrollar, Cestau dijo este viernes a última hora que “vamos a seguir trabajando en la noche, haremos purgas en la red para eliminar todo lo que pueda quedar de agua con olor, y sustituirla por agua nueva”. Adelantó que “una vez solucionado el problema, comunicaremos a la población que puede disponer de agua potable, cuando las condiciones sean óptimas”.
Los derrames de combustible en la boya de Ancap son frecuentes. El último accidente de importancia en la boya de Ancap fue el 28 de diciembre del año pasado, que determinó la necesidad de solicitar el apoyo de buzos de la Armada para buscar el lugar donde se había roto el oleoducto. Sin embargo, en aquella ocasión no hubo problemas con el agua potable. Ancap minimizó el accidente, sin emitir comunicado alguno.