AGROTÓXICOS: BASTA ES BASTA ¿QUE PARTE NO SE ENTIENDE?

EN MEMORIA DE FABIÁN

La Mesa de Enlace Gualeguaychú dio a conocer un nuevo comunicado de prensa en referencia a la deccisión de la Ciudad de Gualeguaychú, de regular:… “La utilización y aplicación de agroquímicos en el ejido de Gualeguaychú, queda sujeta a la expresa autorización otorgada por la Dirección de Ambiente Municipal (…) La mencionada Dirección podrá denegar dicha solicitud de autorización, mediante resolución fundada con criterio técnico y prestando especial atención a el cuidado del ambiente y la salud”

Queremos iniciar nuestro comentario destacando que siempre que hablan los gremialistas rurales se instalan en un escenario en el que por un lado esta la agricultura industrial y por el otro la mismísima nada, queremos hacer oportuna esta ocasión para mencionarles, una vez más, que por un lado estan 10.000 años de agricultura sustentable a través de la cual se han formado las civilizaciones modernas y se han alimentado miles de generaciones de seres humanos y por el otro esta forma perversa de producir alimentos denominada agricultura industrial basada en el uso de tóxicos y venenos que en solo medio siglo ha envenenado millones de seres humanos, inutilizado y envenenado millones de hectáreas de tierras cultivables y acuíferos de todo el planeta

El comunicado, más allá de consideraciones que compartimos referidas a eventuales intimidaciones que no deben existir en el debate democrático está plagado de frases intencionadamente falaces que podrían llevar a engaño a un lector desprevenido, que queremos analizar en detalle para que el debate crezca por el camino de la verdad y no por el de lachicana o la mentira.

Dice la Mesa de Enlace:…  “queda claro que esta norma es aún más perniciosa que la de glifosato ya que deja al criterio de una persona la decisión de usar tal o cual producto, que ya cuenta con la autorización del Estado…»

Es evidente que el glifosato es una substancia intolerable de ser aplicada en cercanía de los seres vivos y la naturaleza en general, no solo lo decimos nosotros, lo dice la Corte de Justicia del país que desarrolló la droga, que acaba de fallar que es cancerígeno, y por supuesto que en ningún lugar de la norma se establece que se usarán agrotóxicos alternativos a «criterio de una persona».  La norma no establece eso, la norma claramente ordena que:…“La utilización y aplicación de agroquímicos en el ejido de Gualeguaychú, queda sujeta a la expresa autorización otorgada por la Dirección de Ambiente Municipal» O sea un organismo del Estado que esta capacitado para resolver  cuales son las substancias que entrañan peligro de ser usadas.

Como al pasar el comunicado afirma que:…«deja al criterio de una persona la decisión de usar tal o cual producto, que ya cuenta con la autorización del Estado» Que el producto haya sido autorizado por SENASA no significa que sea apto de ser aplicado en areas cercanas a seres humanos, ahora se sabe que hace algo más de veinte años cuando fue autorizado el uso del glifosato, dicha autorización no fue fundada en ningún estudio científico que la avalara, sino en folletos de propaganda de Monsanto, en los que se mentía que era completamente inocuo para los seres humanos y que además inmediatamente de aplicado se lixiviaba y desaparecía. 

Continúa:… ¿Si los productos están habilitados por los organismos sanitarios del país, la Municipalidad de dónde puede sacar información más precisa sobre la nocividad de alguna práctica que los lleve a prohibirla? Vivimos en un sistema Federal de gobierno donde los organos deliberativos locales democráticamente elejidos tienen facultad de regular las normas de vida de sus comunidades. En referencia a quien determina la nocividad de un inventario amplio de agrotóxicos, por supuesto que no es la autoridad municipal, sino aquellos científicos de todo el planeta que no estan atravesados por los intereses corporativos de la agricultura industrial. Y no solo los científicos, sino también los Jueces y Tribunales de alzada que estan comenzando a enfrentar a estos intereses con cada vez mayor energía ante las evidencias alarmantes sobre las consecuencias de esstass substancias sobre la salud.

Son dos de los tres poderes que conforman el triangulo de adminsitración de la vida decmocrática los que han unificado criterios en esta cruzada por la salud de las personas y el ambiente: el Legislativo y el Judicial. Por otro lado solo se visualiza el interés corporativo de minoríass ligadas a un modelo de producción de alimentos que nos enferma y nos mata.  Realmente no hay mucho más que explicar.

No queremos dejar pasar el lenguaje engañoso que emplea el comunicado cuando utiliza el término «fitosanitario» pensamos y pensamos y no encontramos otra palabra que sea más tramposa que esa, sugiere que estamos hablando de la salud de las plantas: fito -sanitario, cuando en realidad estamos hablando de exactamente lo contrario, de substancias que las enferman y matan.

 

 

 

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