INCREIBLE PERO CIERTO

EL SENASA AUTORIZÓ AL ENDOSULFÁN

En estos días una multitud de medios anunciaron que SENASA:…»Prohibió el Endosulfán», cuando la realidad es que reafirmó la posibilidad de su utilización hasta fines del 2013.

En una resolución que tiene como única explicación defender los intereses económicos de BAYER, el SENASA autorizó a seguir comercializando este veneno por dos años más.

El SENASA abrió una consulta pública para que ONGs, entes del gobierno y ciudadanos manifestaran su opinión sobre el la eliminación del Endosulfán, veneno incluido dentro de las sustancias prohibidas por el Convenio de Estocolmo.

La opinión fue unánime: todas recomendaron su inmediata prohibición, a excepción de  las cámaras empresarias que agrupan a quienes  lo fabrican y las asociaciones agrarias que lo usan.

Médicos, ONGs, ciudadanos, investigadores, coincidieron que es inhumano y criminal seguir exponiendo a las personas a él, a través de “plazos de abandono de su uso”.

Sin embargo SENASA, curiosamente, dictaminó prohibir la importación a partir del 1 de julio de 2012 y elaborarlo, formularlo, comerciarlo y usarlo a partir del 1 de julio de 2013.

El Endosulfán es un insecticida utilizado a gran escala en cultivos extensivos como soja, girasol, maíz, tomate, pera, manzana, durazno, y frutilla.

Un estudio realizado por la Universidad Nacional del Nordeste da cuenta de que la mayoría de los productores frutihortícolas de la provincia no les dan a los agroquímicos un manejo adecuado, lo que representa serios riesgos para la producción y los consumidores. Así lo revelan los primeros resultados del relevamiento que lleva adelante la cátedra de Química Orgánica y Biológica de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNNE.

La conclusión es categórica: “No es adecuado el manejo de los plaguicidas por parte la gran mayoría de los productores”, considera el equipo encabezado por la ingeniera agrónoma Alicia Castillo como parte del proyecto “Prevención en el uso de agroquímicos” del programa La Universidad en el Medio. Por “manejo de plaguicidas” se entiende la forma de aplicación, subdosis o sobredosis, uso de agroquímicos permitidos, respeto del tiempo de carencia, descarte de envases (triple lavado antes de desechar), mantenimiento y manejo de los equipos de aplicación, almacenamiento en lugares específicos y aislados, protección personal del aplicador, entre otros.

Está catalogado como un contaminante orgánico persistente (COP), por lo que diversas organizaciones entre ellas RAPAL (Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina), vienen solicitando desde el 2005 su incorporación al Convenio de Estocolmo, donde los gobiernos se comprometen a eliminar las sustancias químicas tóxicas persistentes.

Este año el Ministerio de Salud de la Nación determinó “que tiene propiedades carcinogénicas para los seres humanos, especialmente en los casos de exposición crónica. Que “además, provoca alteraciones neurológicas que pueden asociarse con daños cerebrales permanentes, manifestándose con deterioro cognitivo y emocional, daños en la memoria y afección visual. También afecta el sistema inmunológico; tiene efectos adversos sobre el sistema reproductivo masculino, los riñones y el hígado; puede provocar hipotiroidismo y daña los glóbulos rojos sanguíneos”.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), clasificó toxicológicamente al Endosulfán en la Clase 1b (altamente tóxico) y está prohibido en 57 países.

Sin embargo, y en una actitud más que sospechosa, el SENASA lo autoriza al menos hasta fin de 2013.

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